10 ejemplos de memoria implícita
La memoria implícita se refiere a la información que se recuerda inconscientemente y sin esfuerzo. Aunque se recupera sin intención, la memoria implícita aún puede afectar el comportamiento.
Los ejemplos de memoria implícita incluyen información sobre cómo realizar tareas como escribir a máquina o andar en bicicleta. Cuando una persona realiza estas tareas, está utilizando su memoria implícita.
No hay necesidad de ejercer ningún esfuerzo cognitivo al tratar de recordar cómo andar en bicicleta; simplemente sucede... sin pensar. Este tipo de memoria implícita a veces se denomina memoria de procedimiento.
Definición de memoria implícita
A continuación se presentan dos definiciones académicas de memoria implícita:
- “La memoria implícita se refiere a un cambio en el comportamiento o desempeño que ocurre como resultado de una experiencia previa sin un recuerdo consciente de esa experiencia previa” (Glisky, 2017, pág. 1)
- “Varios tipos de aprendizaje de habilidades perceptivas, motoras y cognitivas también pueden considerarse expresiones de la memoria implícita, en el sentido de que pueden ocurrir sin referencia o recuerdo de episodios de aprendizaje previos” (Schacter et al., 1993, págs. 160-161).
Ejemplos de memoria implícita
- Hacer una llamada telefónica a un amigo al que llama con frecuencia.
- Hablar un segundo idioma después de vivir en un país extranjero durante 10 años.
- Estar de mal humor y luego recordar cosas negativas que sucedieron en tu infancia.
- Hacer tareas rutinarias como atarse los zapatos o abotonarse una camisa.
- Jugar un juego de solitario, que tiene reglas simples con las que está familiarizado.
- Cuando empiezas a tararear la melodía de una canción que conoces desde la infancia.
- Pasear por tu antiguo barrio e inundarte de recuerdos.
- Dando una conferencia bien ensayada para el 17el hora.
- Cuando un estudiante universitario lee un pasaje de un texto pero de repente se da cuenta de que no recuerda nada del contenido.
- Escuchar una canción que solías compartir con una pareja romántica y luego recordar los buenos momentos que pasaron juntos.
Memoria implícita vs memoria explícita
La memoria implícita y la memoria explícita son términos utilizados para explicar dos funciones de memoria opuestas en el cerebro.
- Memoria implícita se refiere a la memoria inconsciente que se construye a través de hábitos y habilidades adquiridas, como la memoria construida al andar en bicicleta cuando era niño o la capacidad de escribir en un teclado sin pensar. También se le llama memoria no declarativa porque no es algo que se pueda verbalizar o poner en palabras fácilmente.
- Memoria explícita, en cambio, es la memoria consciente de hechos y acontecimientos. Los ejemplos de memoria explícita incluyen recordar y recordar el nombre de una persona o la fecha de un evento histórico. La memoria explícita también se conoce como memoria declarativa porque puede expresarse explícitamente, o en otras palabras, declarado.
Estudios de caso
1. El legado de HM
Mucho de lo que sabemos hoy sobre la memoria implícita proviene de la neurociencia. Un caso en particular, el de HM, condujo a numerosas ideas sobre cómo se organizan las funciones de la memoria en el cerebro.
A la edad de 10 años, HM comenzó a experimentar convulsiones menores debido a un accidente de bicicleta. Las convulsiones fueron empeorando progresivamente hasta que a los 27 años no pudo trabajar ni llevar una vida normal.
El paciente HM fue estudiado por neurocientíficos durante casi cinco décadas. Se le administró una increíble variedad de pruebas de memoria y se le pidió que hiciera muchos tipos de pruebas.
Por ejemplo, una prueba requería que trazara el contorno de una estrella, pero solo podía ver su mano y la estrella reflejadas en un espejo.
Pudo dominar esta tarea y realizarla nuevamente 3 días después de la prueba. “Sin embargo, al final de la prueba, no recordaba haber hecho la tarea antes” (Escudero, 2009, p. 8).
“Los hallazgos de HM establecieron el principio fundamental de que la memoria es una función cerebral distinta, separable de otras habilidades perceptivas y cognitivas…” (pág. 6).
2. Cebado y redes de memoria
El término preparación en psicología se refiere a cuando la exposición a un estímulo afecta la experiencia posterior de una persona. Esa exposición puede ser tan sutil que apenas se reconoce o no se nota en absoluto. Debido a que los efectos de preparación están fuera de la conciencia, se considera una manifestación de la memoria implícita.
Hay al menos 10 tipos de cebado y muchos de ellos pueden afectar la información almacenada en la memoria.
En la memoria a largo plazo, los conceptos se almacenan e interconectan. Los conceptos que están muy relacionados tienen fuertes vínculos entre sí.
Preparar un concepto puede aumentar la probabilidad de que también se activen otros conceptos relacionados.
Por ejemplo, la palabra "enfermera" se reconocerá mucho más rápido después de exponerse al concepto de "médico" que si se expone a un concepto muy poco relacionado, como "espagueti".
El cebado puede afectar la forma en que procesamos la información, respondemos al marketing y formamos impresiones de los demás.
3. Memoria Procesal
La memoria procedimental es un tipo de memoria implícita que se activa cuando estamos realizando una tarea bien aprendida. Las actividades motoras como andar en bicicleta o escribir en un teclado son ejemplos de memoria procedimental.
Las tareas que se han practicado repetidamente eventualmente se vuelven automáticas, lo que significa que se realizan requiriendo muy poca atención o capacidad cognitiva.
Como ejemplo ilustrativo, cuando una persona ha practicado una canción en particular en el piano durante un período prolongado de tiempo, puede tocarla sin “pensar”.
De hecho, como lo han ensayado tantas veces, pueden pensar en otras cosas mientras tocan. Esto es lo que entendemos por memoria procedimental que requiere muy poca capacidad cognitiva.
La mayoría de las personas experimentan este fenómeno cuando conducen al trabajo. Debido a que han tomado una ruta en particular durante tanto tiempo, tal vez incluso años, su mente puede distraerse para reflexionar sobre asuntos que no tienen nada que ver con la conducción.
4. Cebado y Compras
Suponga que se dirige a una tienda de deportes local para comprar calcetines. En el camino, pasa por un Nordstrom (marca prestigiosa) o un Wal-Mart (marca económica). Cuando llegas a la tienda de deportes ves dos opciones de marca: Nike y Hanes. ¿Cree que su selección estaría influenciada por la exposición anterior a la prestigiosa marca Nordstrom oa la económica marca Wal-Mart?
Para responder a esta pregunta, Chartrand et al. (2008) realizaron un estudio para determinar si el priming afectaría el comportamiento del consumidor.
El estudio incluyó a 51 participantes a los que se les pidió que descifraran un conjunto de 5 palabras para formar una oración de solo 4 palabras. La mitad de palabras descifradas como (prestigia lo que hizo querer), y la otra mitad (frugal lo que hizo querer). Los dos términos clave eran "prestigio" y "frugal".
Esto fue seguido por todos los participantes haciendo 5 minutos de tareas no relacionadas.
A continuación, los participantes leyeron una descripción hipotética de un escenario en el que necesitaban comprar un par de calcetines deportivos. Se les dio a elegir entre calcetines Nike (1 par por $5.25) o Hanes (2 pares por $6).
Los resultados indicaron que “una mayor proporción de participantes eligió los calcetines Nike de mayor precio en la condición de prestigio que en la condición de ahorro” (pág. 192).
Aunque al final del estudio todos los participantes no pensaron que su preferencia podría haber sido afectada por la preparación anterior, claramente lo fue.
5. Memoria implícita y depresión
Los investigadores y los médicos han documentado que las personas que sufren de depresión a menudo recuerdan experiencias de vida anteriores que son negativas. Esto a menudo se denomina memoria congruente con el estado de ánimo (MCM): la tendencia de las personas a recordar información que es consistente con su estado de ánimo.
Los científicos han debatido si esto es el resultado de un sesgo de memoria implícito o si se explica mejor por otros marcos teóricos (Watkins, 2002).
Por ejemplo, cuando una persona deprimida asiste a una reunión social, suele ocurrir que recuerda momentos negativos ocurridos durante el evento. De hecho, pueden detenerse en una interacción en particular, mientras aparentemente olvidan otras interacciones más positivas.
Como explica Watkins,
“…la tendencia de los depresivos a detenerse en aspectos más negativos que positivos de una experiencia (lo que los terapeutas cognitivos denominan filtro mental), podría ser el resultado de un sesgo de memoria implícito negativo con respecto al evento...Podría ser que la razón por la que están insistiendo en este evento es que les viene a la mente más fácilmente a través de la recuperación implícita” (págs. 382-384).
Conclusión
La memoria implícita ocurre más allá del umbral de la conciencia. Puede afectar nuestro comportamiento, aunque no estemos consciente de su influencia.
La memoria implícita requiere muy poco esfuerzo cognitivo y una capacidad cognitiva mínima. Quizás el mejor ejemplo de este fenómeno es cuando se toca una canción bien ensayada en el piano u otro instrumento musical.
Es posible tocar la canción casi a la perfección, mientras que al mismo tiempo permite que la mente se desvíe y reflexione sobre temas completamente ajenos.
Se ha demostrado que la preparación de conceptos en la memoria implícita influye en las preferencias de compra de los consumidores. De manera similar, las personas deprimidas pueden recordar eventos negativos sobre los positivos como resultado de un sesgo de memoria implícito negativo.
Los científicos han estado estudiando la memoria implícita durante más de 50 años. La investigación continua sin duda resultará en un mayor avance de nuestra comprensión de la memoria y el comportamiento humano.
Referencias
Chartrand, TL, Huber, J., Shiv, B. y Tanner, RJ (2008). Objetivos no conscientes y elección del consumidor. Revista de Investigación del Consumidor, 35(2), 189-201.
Rocío, ITZ, & Cabeza, R. (2011). Los límites porosos entre la memoria explícita e implícita: evidencia conductual y neuronal. Anales de la Academia de Ciencias de Nueva York, 1224(1), 174–190. https://doi.org/10.1111/j.1749-6632.2010.05946.x
Glisky, EL (2017). Memoria implícita. En: Kreutzer, J., DeLuca, J., Caplan, B. (Eds) Encyclopedia of Clinical Neuropsychology. Springer, Cham. https://doi.org/10.1007/978-3-319-56782-2_1129-3
Schacter, Daniel y Chiu, CY y Ochsner, Kevin. (1993). Memoria implícita: una revisión selectiva. Revisión anual de neurociencia, 16, 159-82. https://doi.org/10.1146/annurev.ne.16.030193.001111
Escudero, LR (2004). Sistemas de memoria del cerebro: una breve historia y perspectiva actual. Neurobiología del aprendizaje y la memoria82(3), 171–177. https://doi.org/10.1016/j.nlm.2004.06.005
Escudero, LR (2009). El legado del paciente HM para la neurociencia. neurona, 61, 6–9. https://doi.org/10.1016/j.neuron.2008.12.023
Squire, LR y Dedé, AJO (2015). Sistemas de memoria consciente e inconsciente. Perspectivas de Cold Spring Harbor en medicina, 5(1). https://doi.org/10.1101/cshperspect.a021667
Watkins, PC (2002). Sesgo de memoria implícito en la depresión. Cognición y emoción, dieciséis(3), 381-402.
Schacter et al. (1993) “La memoria explícita implica el recuerdo intencional o consciente de experiencias previas” (p. 159).
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