Características de la demanda (psicología): definición y ejemplos

En psicología social, las características de la demanda se refieren a cualquier pista inadvertida que lleve a los participantes a alterar su comportamiento natural en función de sus conocimientos sobre los objetivos del experimento (Nichols & Maner, 2010).

Son aspectos de un estudio que revelan cuál puede ser el propósito, lo que inadvertidamente hace que los participantes ajusten sus comportamientos para confirmar esas señales. Por ejemplo, cuando se realiza una encuesta sobre satisfacción laboral, si los participantes tienden a sonreír o mostrarse complacidos cada vez que se hace una pregunta positiva, podría ser una señal para que los participantes den respuestas positivas (Weathington, Cunningham & Pittenger, 2010).

Las características de la demanda pueden tener un gran impacto en la confiabilidad y validez del resultado de un experimento.

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    Definición de las características de la demanda

    Las características de la demanda se definieron por primera vez en los trabajos de Martin Orne en 1959 y se han explorado ampliamente durante más de 50 años.

    A continuación se proporcionan algunas definiciones claras de las características de la demanda, comenzando con la propia definición de Orne:

    • “[Demand characteristics are] la totalidad de claves que transmiten una hipótesis experimental al sujeto” (Orne, 1962, p. 779).
    • “[Demand characteristics] se refiere a que los participantes sean conscientes de lo que el investigador está tratando de investigar, o anticipa encontrar, y lo que esto implica sobre cómo se espera que se comporten los participantes”. (McCambridge, Bruin & Witton, 2012)
    • “[Demand characteristics are] señales que hacen que los participantes se den cuenta de lo que el experimentador espera encontrar o de cómo se espera que se comporten los participantes” (Nichols & Maner, 2010)

    De todas las fuentes potenciales de sesgo en la investigación experimental, las características de la demanda han surgido como una de las más potentes y generalizadas.

    Esto se debe a que pueden influir sutilmente en el comportamiento de los participantes sin su conocimiento consciente. Tomemos, por ejemplo, el sesgo del experimentador, donde las expectativas conocidas o desconocidas del experimentador influyen en el comportamiento del sujeto (Rosenthal, 2012).

    En esencia, el experimentador puede dar pistas contextuales subconscientes sobre el comportamiento deseado, lo que influye en los resultados experimentales (Creswell & Creswell, 2017).

    Ejemplos de características de la demanda

    Las características de la demanda implican pistas sobre los objetivos y la hipótesis de la investigación, como rumores sobre el estudio, pistas en el entorno del laboratorio y comunicación explícita o implícita con y entre los participantes.

    A continuación se muestra una explicación de cada uno:

    • rumores del estudio referirse a cualquier información sobre el estudio que los participantes hayan escuchado antes de participar (Schwarz & Clore, 2016). Estos rumores podrían dar a los participantes una idea preconcebida sobre el propósito del experimento que posteriormente podría influir en su comportamiento. Tomemos el ejemplo de un participante que escuchó que el estudio trata sobre la agresividad. Este participante podría actuar consciente o inconscientemente de forma menos o más agresiva dependiendo de su interpretación del objetivo del experimento (Nichols & Maner, 2010).
    • El escenario del laboratorio., o cualquier entorno experimental, puede dar pistas al participante sobre el comportamiento deseado. Por ejemplo, si el entorno del laboratorio es predominantemente formal con un experimentador de aspecto oficial con una bata de laboratorio, los participantes pueden sentirse más ansiosos y tratar de comportarse "apropiadamente", lo que podría sesgar los resultados (Orne, 2010). De manera similar, si el experimento se lleva a cabo en un entorno informal, como un café o un parque, los participantes pueden actuar de manera más informal, lo que afectará la forma en que responden a las tareas experimentales.
    • Comunicación explícita o implícita, que se refiere a las señales de comunicación tanto verbales como no verbales del experimentador, puede influir significativamente en el comportamiento de un participante. El tono de voz, el lenguaje corporal o las expresiones faciales pueden ofrecer pistas sobre el comportamiento esperado (Rosenthal, 2012). Por ejemplo, si un experimentador sonríe o asiente con aprobación cuando un participante proporciona un cierto tipo de respuesta, el participante puede continuar proporcionando respuestas similares creyendo que es la respuesta "correcta" o deseada.

    En esencia, estos elementos pueden servir como señales que activan las características de la demanda, alterando los comportamientos naturales de los participantes de una manera que podría afectar potencialmente el resultado de un estudio. Por lo tanto, es crucial que los investigadores controlen estos aspectos durante el diseño y la ejecución de un experimento.

    ¿Cómo afectan las características de la demanda a los participantes de la investigación?

    El problema con las características de la demanda es que puede afectar los comportamientos de los participantes de la investigación.

    Weber y Cook (1972) identificaron cuatro roles principales que los participantes pueden asumir cuando se dan cuenta de la hipótesis del estudio a través de las características de la demanda, como se describe a continuación:

    • El buen tema: El primer papel es el “buen sujeto”. Un buen sujeto trata de comportarse de una manera que apoye la hipótesis del experimentador. Al descifrar de qué se trata el experimento, pretenden dar respuestas que permitan avanzar en la investigación (Weber & Cook, 1972). Por ejemplo, en un estudio sobre los beneficios del ejercicio físico en la salud mental, un participante que haya inferido el objetivo del estudio puede exagerar los efectos positivos del ejercicio sobre su estado de ánimo para apoyar la hipótesis del investigador (Nichols & Maner, 2010).
    • El sujeto negativo: El segundo papel es el “sujeto negativo”. Un sujeto negativo se comporta de una manera que se opone o niega los resultados esperados de un experimento. Este enfoque contrario puede verse como un intento de sabotear el experimento a propósito; a veces, esto puede ser una reacción a sentirse manipulado o en un esfuerzo por ejercer el control (Weber & Cook, 1972).
    • El sujeto fiel: El tercer papel es el de “sujeto fiel”. Un sujeto fiel tiene como objetivo seguir estrictamente las instrucciones dadas sin ser influenciado por las expectativas inferidas del experimento. Pretenden ser honestos y genuinos en sus respuestas, evitando cualquier manipulación de su comportamiento para adaptarse a resultados específicos (Weber & Cook, 1972).
    • El sujeto aprensivo: El cuarto rol es el “sujeto aprensivo”, también conocido como “aprensión evaluativa”. Los sujetos aprensivos están demasiado preocupados por su desempeño y cómo pueden ser juzgados en función de sus respuestas. Esta aprensión hace que alteren su comportamiento hacia lo que perciben como socialmente más deseable o aceptable (Weber & Cook, 1972).

    Estos roles subrayan cómo la comprensión de las características de la demanda por parte de los participantes puede ocasionar diferentes respuestas, enfatizando la necesidad de un control estricto de tales aspectos para garantizar la validez de los resultados de la investigación.

    Cómo controlar las características de la demanda

    El control de las características de la demanda es crucial para garantizar la recopilación de datos imparciales, confiables y válidos en la investigación psicológica.

    Aquí hay algunas técnicas comunes empleadas por los investigadores:

    • Utilice un procedimiento doble ciego. Esta técnica asegura que ni el participante ni el experimentador conozcan el propósito del experimento o el resultado esperado (Creswell & Creswell, 2017). Como consecuencia, reduce la probabilidad de que las expectativas o las características de la demanda influyan en los resultados.
    • Usa la técnica del engaño. Esto implica proporcionar a los participantes un objetivo engañoso del estudio o engañar a los participantes sobre la naturaleza de las tareas (Athanassoulis y Wilson, 2009). Sin embargo, dicho método siempre debe llevarse a cabo de manera ética, asegurando que no se cause daño a los participantes.
    • Anonimato de los participantes. Cuando se asegura a los participantes que sus respuestas permanecerán en el anonimato, es menos probable que modifiquen sus comportamientos o respuestas para ajustarse a las expectativas percibidas (Saunders, Kitzinger & Kitzinger, 2015).
    • Formación de participantes. Participar en una capacitación exhaustiva de los participantes antes del experimento también puede ser útil para contrarrestar las características de la demanda. Esta capacitación incluiría instrucciones detalladas sobre la tarea y estímulo para respuestas honestas (Orne, 2010).
    • Consulta posterior al experimento. En la indagación posterior al experimento, se pregunta a los participantes sobre su percepción de los objetivos del estudio. Esto puede ayudar a identificar si los participantes adivinaron el propósito del estudio o si modificaron sus respuestas según las características de la demanda (Orne, 2010).

    Comparación con otros tipos de sesgo de investigación en psicología

    Características de la demanda frente al efecto Hawthorne

    Las características de la demanda a menudo se confunden con el efecto Hawthorne. La principal diferencia es que el efecto Hawthorne se refiere a situaciones en las que las personas reaccionan al ser observadas, pero es posible que no conozcan necesariamente la hipótesis del investigador. Por el contrario, las características de la demanda se refieren a las señales de configuración del experimentador que revelan la hipótesis del investigador.

    El efecto Hawthorne se refiere al cambio en el comportamiento que resulta de la conciencia de ser observado. (Adair, 2014).

    Llamado así por un estudio realizado por Western Electric en su fábrica Hawthorne Works en Chicago, el fenómeno se refiere a individuos que modifican o mejoran su comportamiento en respuesta a su conciencia de ser observados. Los trabajadores de la fábrica aumentaron su productividad simplemente porque sabían que estaban bajo estudio

    Este efecto, aunque típicamente relacionado con la productividad y los entornos de trabajo, podría ser aplicable a cualquier situación en la que los sujetos sean conscientes de que están siendo observados (Levitt & List, 2011).

    Tanto los efectos de las características de la demanda como el efecto Hawthorne afectan la integridad y confiabilidad de los resultados de la investigación. Las características de la demanda pueden llevar potencialmente a los participantes a comportarse de acuerdo con las expectativas percibidas del experimentador y el efecto Hawthorne puede sesgar el comportamiento de los participantes en función de su conciencia de ser observados.

    Sin embargo, su diferenciación radica en el hecho de que las características de la demanda surgen de las señales de configuración experimental, mientras que el efecto Hawthorne es estimulado por la conciencia de los participantes de ser observados.

    Características de la demanda frente al sesgo de deseabilidad social

    Del mismo modo, las personas a menudo confunden las características de la demanda con el sesgo de deseabilidad social. Tanto las características de la demanda como el sesgo de deseabilidad social influyen en el comportamiento de los participantes en los estudios de investigación, pero operan con principios diferentes y causan efectos diferentes.

    Las características de la demanda, como se definió anteriormente, implican señales en un experimento que pueden sugerir sutilmente a los participantes el tipo de comportamiento que se espera o desea, lo que influye en sus respuestas (Nichols & Maner, 2010). Esto puede alterar inadvertidamente los resultados de un estudio, afectando su validez y confiabilidad.

    En el efecto de las características de la demanda, las percepciones de los participantes sobre las expectativas del investigador pueden llevarlos a modificar su comportamiento de manera que se ajuste a estas expectativas inferidas (Orne, 2010).

    Por el contrario, el sesgo de deseabilidad social se refiere a la tendencia de los participantes a presentarse de una manera socialmente aceptable (Larson, 2019).

    Los participantes pueden modificar la forma en que responden a las preguntas de investigación para parecer más favorables o aceptables para los demás, independientemente de las indicaciones dadas por el experimentador.

    Por ejemplo, un individuo puede sobreestimar el buen comportamiento o subestimar el mal comportamiento porque cree que es la respuesta socialmente apropiada.

    La principal diferencia entre los dos radica en las fuentes de las influencias. Las características de demanda surgen de señales y expectativas específicas identificadas por los participantes dentro del contexto de la investigación, mientras que el sesgo de deseabilidad social está impulsado por preocupaciones sociales y de autopresentación más amplias de los participantes, a menudo derivadas de normas y valores sociales.

    Fenómenos adicionales de sesgo de investigación

    1. Sesgo de selección: Este tipo de sesgo ocurre cuando los participantes no son seleccionados al azar para un estudio, lo que hace que la muestra no sea representativa de la población objetivo (Swanson, 2019). Puede influir en los resultados del estudio al sobreestimar o subestimar los efectos medidos debido a la muestra sesgada. Por lo tanto, el uso de métodos de selección aleatorios es importante para controlar el sesgo de selección.
    2. Sesgo de confirmación: El sesgo de confirmación surge cuando los investigadores interpretan o buscan información que confirma sus hipótesis o creencias existentes (Nickerson, 1998). Esto puede fortalecer injustamente la hipótesis deseada mientras se ignora la evidencia que podría oponerse a ella. Puede reducirse esforzándose por la objetividad y probando hipótesis alternativas.
    3. Sesgo de medición: Esto ocurre cuando los datos se sobreestiman o subestiman constantemente debido a herramientas de medición defectuosas (Creswell & Creswell, 2017). Cuando las herramientas utilizadas en un estudio no son precisas, válidas o confiables, los resultados serán sesgados. Asegurar mediciones confiables y válidas es clave para reducir este sesgo.
    4. Sesgo de información: El sesgo de informe se produce cuando los investigadores informan o exageran de forma selectiva los hallazgos que se consideran significativos o se ajustan a sus expectativas, mientras minimizan o ignoran los hallazgos insignificantes (Adams, 2010). Esto puede sesgar los hallazgos informados, tergiversar la verdad científica y desinformar a los lectores. El informe completo de todos los hallazgos, independientemente de su importancia estadística, es esencial para reducir este sesgo.
    5. Sesgo de muestreo: El sesgo de muestreo ocurre cuando una muestra no representa a toda la población (Dattalo, 2010). Si la muestra no es representativa, las conclusiones extraídas de ella pueden no ser generalizables a la población más grande. Las técnicas de muestreo aleatorio, estratificado o sistemático pueden ayudar a reducir este sesgo.
    6. Sesgo del observador: En el sesgo del observador, las propias experiencias, expectativas o conocimientos del observador pueden influir en su interpretación del comportamiento de los participantes (Rosenthal, 2012). Esto puede conducir a conclusiones incorrectas sobre los fenómenos observados. Los estudios ciegos, en los que el observador no conoce la hipótesis del estudio, pueden ayudar a evitar este sesgo.
    7. El sesgo de publicación: El sesgo de publicación es la tendencia de los investigadores y revistas académicas a publicar resultados positivos o significativos sobre los negativos o neutrales (Fanelli, 2012). Esto puede sesgar la literatura científica y hacer que ciertos resultados parezcan más confiables de lo que realmente son. El registro de todos los ensayos clínicos y la publicación de todos los resultados pueden ayudar a aliviar este sesgo.
    8. Sesgo de confirmación: El sesgo de confirmación (nuevamente) surge cuando los investigadores favorecen la información que respalda sus ideas preconcebidas, sin tener en cuenta los datos contrarios (Nickerson, 1998). Esto puede sesgar los resultados y las interpretaciones de un estudio y llevar a conclusiones falsas. La conciencia y los intentos deliberados de refutar las hipótesis pueden ayudar a mitigarlo.
    9. Sesgo de financiación: El sesgo de financiación ocurre cuando las entidades que financian la investigación influyen en los resultados de un estudio (Lundh, 2017). Esto puede conducir a resultados positivos para un producto o servicio, comprometiendo la integridad de los resultados. La transparencia en las fuentes de financiación y la revisión por pares rigurosa pueden ayudar a controlar este sesgo.
    10. Sesgo de recuerdo: El sesgo de recuerdo ocurre cuando los participantes no recuerdan eventos pasados ​​con precisión, lo que lleva a conclusiones inexactas (Khare & Vedel, 2019). Esto puede distorsionar los resultados y las interpretaciones de un estudio. El uso de medidas más objetivas y la verificación de la información pueden ayudar a reducir este sesgo.

    Conclusión

    Las características de la demanda, si no se controlan, pueden producir resultados engañosos en la investigación psicológica. Sin embargo, a través de un diseño experimental apropiado y medidas de control cuidadosas, como diseños doble ciego o subterfugios, estos efectos pueden minimizarse asegurando la producción de resultados confiables y válidos.

    Referencias

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    cris


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