Liberal vs libertario: similitudes y diferencias
Tanto el liberalismo como el libertarismo adoptan la libertad y la libertad como preocupaciones centrales.
Sin embargo, el liberalismo tiende a abrazar los conceptos de contrato social y responsabilidad mutua, mientras que los libertarios tienen una adopción más radical de la primacía de la libertad individual sobre el deber cívico.
Los libertarios ven la libertad personal como libertad de interferencia gubernamental, mientras que los liberales ven al gobierno como una herramienta necesaria para garantizar la libertad y la igualdad.
Los resúmenes de ambas ideologías están a continuación:
- Liberalismo abraza la idea del individuo como poseedor de derechos y libertades naturales. Sin embargo, también sostiene que existe un contrato social en la sociedad que es defendido por las instituciones gubernamentales democráticas. En el sentido político estadounidense, esto generalmente se traduce en la creencia de que el gobierno tiene un papel importante en la entrega de libertades a tantos ciudadanos como sea posible, reduciendo las desigualdades sociales y promoviendo el bienestar social.
- libertarismo tiene raíces similares al liberalismo, sosteniendo que todos tenemos libertades y derechos naturales. Sin embargo, el libertarismo enfatiza la mínima intervención del gobierno y la coerción social como medio para lograr las libertades personales. Los libertarios tienden a no ver un papel del gobierno en la reducción de las desigualdades. Como resultado, los libertarios tienden a abogar por un gobierno mínimo, una regulación mínima y mercados libres sin restricciones.
Liberal vs Libertario
1. Liberalismo
El liberalismo, derivado del latín "liber", que significa "libre", es una ideología política que abraza principalmente las libertades individuales y la igualdad de derechos.
Históricamente, el liberalismo tiene sus raíces en la Era de la Ilustración occidental en el siglo XVIII, donde pensadores como John Locke e Immanuel Kant propagaron ideas sobre la libertad, el progreso y la separación de la iglesia y el estado (Rosen, 2012).
El liberalismo subraya la creencia en los derechos humanos, representación democrática, y la libertad económica. A diferencia del libertarismo, tiende a adoptar la supervisión del gobierno como un medio productivo para otorgar derechos, libertades y un contrato social.
Con una aceptación más fuerte del papel del gobierno, el liberalismo apoya procesos e instituciones democráticas transparentes y respalda el capitalismo regulado.
En esencia, el liberalismo cree en aprovechar los poderes de las instituciones para salvaguardar la libertad individual y promover la justicia social.
Además, los liberales tienden a favorecer las políticas que apuntan a reducir la desigualdad social y contrarrestar las desventajas experimentadas por los grupos marginados.
Sin embargo, es fundamental para la ideología liberal la creencia en un gobierno equilibrado que garantice la libertad y al mismo tiempo permita un entorno que aborde las desigualdades sociales y económicas sistémicas.
Por ejemplo, mientras que los liberales apoyan fundamentalmente las economías de libre mercado, también respaldan una regulación gubernamental sensata para evitar monopolios, proteger a los consumidores y promover la competencia leal (Sandel, 2012).
En la arena política, los liberales suelen abogar por la expansión de los derechos y libertades civilesy en el ámbito económico, a menudo apoyan la regulación de mercados e industrias para proteger a los consumidores y el medio ambiente (Forst, 2013).
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1.1 Tipos de liberalismo
El liberalismo como filosofía política ha evolucionado a lo largo de los siglos. Como resultado, ha habido una variedad de enfoques e interpretaciones del concepto. A continuación se muestran algunos de los tipos básicos:
- Liberalismo clásico: Con origen en los siglos XVIII y XIX, el liberalismo clásico se preocupaba principalmente por proteger las libertades individuales de la extralimitación del estado. Influenciados por pensadores de la Ilustración como Adam Smith y John Locke, los liberales clásicos priorizaron la libertad individual, el gobierno limitado y las políticas económicas de laissez-faire (Gaus & D'Agostino, 2012). Por ejemplo, “La riqueza de las naciones” de Adam Smith proporcionó la base intelectual para los mercados libres y la desregulación que propugnan los liberales clásicos. El liberalismo clásico es quizás el más cercano al libertarismo de todos los tipos de liberalis.
- liberalismo social: A diferencia de sus contrapartes clásicas, los social liberales sostienen que es necesario un papel gubernamental más importante para garantizar la justicia social y prevenir las disparidades económicas. Ven que la regulación gubernamental puede, de hecho, aumentar, no disminuir, las libertades personales, porque nos protege de la explotación de estructuras poderosas (como las corporaciones). Con origen a finales del siglo XIX y principios del XX, el liberalismo social surgió en respuesta a las desigualdades sociales provocadas por el capitalismo industrial. Los liberales sociales abogan por la intervención del estado en los asuntos económicos para regular los mercados, proteger a los consumidores y proporcionar una red de seguridad social para los desfavorecidos. Las políticas del New Deal implementadas por Franklin D. Roosevelt en respuesta a la Gran Depresión son excelentes ejemplos de liberalismo social (Eagleton, 2011).
- Liberalismo progresista: El liberalismo progresivo, un desarrollo más reciente, promueve aún más el compromiso liberal con la justicia social y la igualdad. Los liberales progresistas apoyan políticas como la tributación progresiva, la protección del medio ambiente y amplias protecciones de los derechos civiles. También tienden a ver los problemas sociales a través de una lente global, abogando por la cooperación internacional en temas como el cambio climático y los derechos humanos (King & Waldron, 2016).
Estas variantes del liberalismo destacan el debate en curso dentro de la filosofía liberal sobre el alcance y la naturaleza de la intervención gubernamental en los asuntos económicos y sociales. Si bien todos los liberales están de acuerdo en la importancia fundamental de la libertad individual y la igualdad de derechos, difieren en sus puntos de vista sobre la mejor manera de realizar estos ideales en la práctica.
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2. Libertarismo
La crítica del libertarismo al liberalismo es que tiende a depender demasiado del gobierno para otorgar derechos y libertades (Boaz, 2015).
Esta ideología nació de la tradición liberal clásica y se convirtió en una filosofía distinta a mediados del siglo XX.
Los libertarios abogan por la mínima intervención del gobierno en la vida personal de las personas, defendiendo derechos sólidos a la libertad personal.
Los libertarios son fundamentalmente más escépticos de los gobiernos que los liberales, y ven al gobierno como una gran amenaza para la libertad individual.
Como resultado, los libertarios no están interesados en usar el gobierno como palanca para lograr la libertad y la igualdad.
Si bien el beneficio de este enfoque es que estaremos protegidos de un gobierno tiránico, su desventaja es que no habrá un defensor poderoso que nos proteja de la coerción, la mala práctica o la explotación.
En asuntos económicos, los libertarios propugnan capitalismo de laissez-faire, la creencia en un mercado libre no regulado como el sistema económico más efectivo y justo. Ven la regulación gubernamental como una intrusión injustificada en las libertades de los consumidores y las empresas, argumentando que los mercados libres se corrigen naturalmente a través de mecanismos como la competencia y la oferta y la demanda.
Desde el punto de vista libertario, las funciones legítimas del gobierno se limitan a proteger a las personas de la violación de los derechos naturales y hacer cumplir los contratos legales. Más allá de esto, los libertarios sostienen que los individuos y los mercados deberían estar libres de interferencias gubernamentales (Nozick, 2013).
Los libertarios también abogan por una política exterior no intervencionista, basada en su escepticismo hacia el poder estatal y el compromiso con la libertad individual. Argumentan que las intervenciones militares, aunque tal vez bien intencionadas, pueden tener consecuencias no deseadas que socavan aún más la paz y la libertad.
Este amplio panorama del libertarismo revela su claro contraste con el liberalismo. Si bien ambos comparten un origen común en la Ilustración y un compromiso con la libertad individual, difieren significativamente en sus puntos de vista sobre el papel del gobierno, la regulación económica y el bienestar social.
2.1 Tipos de libertarismo
Al igual que el liberalismo, el libertarismo se ha ramificado en varias ideas en competencia bajo un mismo paraguas. Aquí hay algunas ramas distintas del pensamiento libertario:
- minarquismo: Los minarquistas abogan por un 'estado mínimo' cuya función principal es proteger a las personas de la agresión, el robo, el incumplimiento de contrato y el fraude. Apoyan un gobierno limitado a mantener una fuerza policial, un ejército y tribunales, creyendo que estos servicios son necesarios para salvaguardar los derechos y libertades individuales. Sin embargo, argumentan en contra de la participación del Estado en áreas como la regulación económica o el bienestar social. La obra de Robert Nozick, “Anarchy, State, and Utopia”, sirve como texto clave en este tradición (Nozick, 2013).
- Anarco-Capitalismo: Los anarcocapitalistas van un paso más allá que los minarquistas y abogan por la abolición total del Estado. Proponen que todos los servicios, incluidas las fuerzas del orden y los tribunales, se proporcionen mediante interacciones voluntarias en un mercado libre. Los anarcocapitalistas creen firmemente en los derechos de propiedad y ven el libre mercado como la base de una sociedad justa. Murray Rothbard, en “Por una nueva libertad”, expone estos principios (Rothbard, 2015).
- Libertarismo de izquierda: Esta rama del libertarismo se caracteriza por su fuerte enfoque en la libertad personal y económica, así como por su énfasis en la justicia social. Los libertarios de izquierda suelen apoyar una forma de socialismo basada en el mercado y creen en la igualdad de acceso a los recursos naturales. A diferencia de otros tipos de libertarios, a menudo abogan por la redistribución de la riqueza, generalmente a través de alguna forma de propiedad comunal o un ingreso básico universal (Vallentyne & Steiner, 2014).
- Socialismo libertario: Esta variante del libertarismo se opone tanto al poder estatal como al poder de las grandes corporaciones, argumentando que ambos pueden vulnerar las libertades individuales. Los socialistas libertarios apoyan la autogestión de los trabajadores, la democracia directa y las estructuras descentralizadas de organización política. Los defensores notables incluyen a Noam Chomsky (Chomsky, 2013).
Estas diferentes líneas de pensamiento libertario subrayan la naturaleza multifacética de la filosofía libertaria. A pesar de sus diferencias, todos los tipos de libertarismo comparten el compromiso central de maximizar la libertad individual y minimizar la interferencia del estado en la vida de los ciudadanos.
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Liberalismo y libertarismo Similitudes y diferencias
1. Similitudes
A pesar de sus diferencias, el liberalismo y el libertarismo comparten varias similitudes clave.
Ambas son filosofías políticas que surgieron de la Ilustración y comparten una base común en la defensa de las libertades individuales y los derechos humanos.
- Libertad individual: Tanto los liberales como los libertarios otorgan un gran valor a la libertad individual. Están de acuerdo en que las personas deben tener la libertad de tomar decisiones sobre su vida personal, desde con quién se casan hasta lo que eligen decir o creer. Este énfasis compartido en la autonomía individual es una similitud clave entre las dos ideologías (Rawls, 2005).
- Mercado gratuito: Ambas ideologías también apoyan los mercados libres en diversos grados. Mientras que los liberales creen en cierto grado de regulación gubernamental para garantizar la competencia justa y la protección del consumidor, tanto los liberales como los libertarios creen en el poder del mercado para generar riqueza e innovación (Friedman, 2002).
- Democracia: Tanto los liberales como los libertarios defienden la gobernabilidad democrática. Creen en el poder del pueblo para elegir a sus líderes y dar forma a su gobierno. Ambos apoyan la protección de los derechos democráticos como la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho a la protesta pacífica (Mill, 2010).
- No agresión: Tanto los liberales como los libertarios suscriben un principio de no agresión, la creencia de que las personas deben estar libres de violencia y coerción. Ambos están de acuerdo en que el Estado debe proteger a las personas del daño y que se deben buscar soluciones pacíficas siempre que sea posible (Nozick, 2013).
- Igualdad ante la ley: Tanto los liberales como los libertarios defienden el principio de igualdad ante la ley. Creen que todos los individuos, independientemente de su identidad o estatus, deben estar sujetos a los mismos estándares legales y tener las mismas protecciones legales (Rawls, 1999).
Estas similitudes subrayan las raíces compartidas del liberalismo y el libertarismo en el pensamiento de la Ilustración. Ambos defienden la dignidad del individuo y la importancia de la libertad, aunque difieren significativamente en sus puntos de vista sobre el papel del Estado en la consecución de estos ideales.
2. Diferencias
Si bien el liberalismo y el libertarismo comparten una herencia común y algunos principios superpuestos, difieren significativamente en una serie de cuestiones clave.
Estas diferencias se centran principalmente en el papel del Estado, la política económica, el bienestar social y la interpretación de la libertad personal.
- Rol del Estado: Si bien tanto los liberales como los libertarios valoran la libertad individual, difieren notablemente en sus puntos de vista sobre el papel del estado en la protección y promoción de esa libertad. Los liberales creen que la intervención del gobierno es necesaria para proteger los derechos individuales, promover la justicia social y crear igualdad de oportunidades. Los libertarios, por otro lado, ven la intervención del gobierno como una amenaza a la libertad individual y abogan por una mínima participación del estado en los asuntos personales y económicos (Nozick, 2013).
- Política económica: Los libertarios abogan por el capitalismo de laissez-faire, creyendo que el libre mercado, si se deja a su suerte, promoverá mejor la prosperidad y la libertad individual. Los liberales, sin embargo, apoyan una economía mixta, argumentando que es necesario cierto grado de regulación gubernamental para corregir las fallas del mercado, proteger a los consumidores y reducir la desigualdad de ingresos (Stiglitz, 2012).
- Bienestar Social: Los liberales apoyan los programas de bienestar social, considerándolos un medio necesario para mitigar la desigualdad social y proteger el bienestar de todos los ciudadanos. Los libertarios, sin embargo, generalmente se oponen a tales programas, argumentando que infringen la libertad individual y deberían ser reemplazados por caridad privada o no ser reemplazados (Murray, 2006).
- Igualdad vs. Libertad: Si bien ambas ideologías valoran tanto la igualdad como la libertad, priorizan estos valores de manera diferente. Es más probable que los liberales enfaticen la igualdad, incluso si lograrla requiere algún sacrificio de las libertades individuales (por ejemplo, a través de impuestos progresivos o políticas de acción afirmativa). Mientras tanto, los libertarios priorizan la libertad, incluso si el resultado es la desigualdad económica o social (Nozick, 2013).
- Derechos Colectivos vs. Derechos Individuales: Si bien tanto los liberales como los libertarios defienden la importancia de los derechos humanos, difieren en sus puntos de vista sobre los derechos colectivos versus los derechos individuales. Los liberales a menudo apoyan los derechos colectivos, como el derecho de una comunidad a mantener su herencia cultural o el derecho de los trabajadores a sindicalizarse. Los libertarios, sin embargo, enfatizan los derechos individuales y son escépticos sobre el concepto de derechos colectivos, que ven como una posible infracción de las libertades individuales (Brennan & Tomasi, 2012).
Estas diferencias resaltan la importante divergencia ideológica entre el liberalismo y el libertarismo, a pesar de sus raíces y principios compartidos. Reflejan puntos de vista distintos sobre cómo debe organizarse la sociedad y cómo equilibrar mejor las demandas contrapuestas de libertad, igualdad y justicia.
Tabla de comparación y resumen
Liberalismo | libertarismo | |
---|---|---|
Libertad individual | Los liberales creen firmemente en la libertad individual y las libertades personales, incluida la libertad de expresión, religión y asociación (Rawls, 2005). | Los libertarios mantienen la libertad individual como su valor político más alto, enfatizando la libertad personal en todos los aspectos de la vida, desde la actividad económica hasta las opciones de estilo de vida (Nozick, 2013). |
Mercado gratuito | Los liberales apoyan los mercados libres pero creen en medidas regulatorias para prevenir fallas del mercado, proteger a los consumidores y promover la equidad económica (Stiglitz, 2012). | Los libertarios abogan por un sistema económico de laissez-faire con mínima interferencia gubernamental en el mercado (Friedman, 2002). |
Democracia | Los liberales defienden la gobernabilidad democrática y la protección de los derechos democráticos como la libertad de expresión, la libertad de prensa y el derecho a la protesta pacífica (Mill, 2010). | Los libertarios también defienden la importancia de la gobernabilidad democrática y protegen los derechos que la permiten, aunque enfatizan el gobierno limitado en general (Nozick, 2013). |
Rol del Estado | Los liberales ven al estado como necesario para proteger los derechos individuales, garantizar la justicia social y proporcionar bienes públicos (Rawls, 1999). | Los libertarios creen en un estado mínimo, argumentando que la intervención del gobierno a menudo infringe las libertades individuales (Nozick, 2013). |
Bienestar Social | Los liberales apoyan los programas de bienestar social como una forma de mitigar la desigualdad social y proteger el bienestar de los ciudadanos (Stiglitz, 2012). | Los libertarios generalmente se oponen a los programas de bienestar social, viéndolos como infracciones a la libertad individual y la autonomía económica (Murray, 2006). |
Igualdad vs Libertad | Los liberales a menudo priorizan la igualdad, incluso si requiere sacrificar algunas libertades individuales (Rawls, 1999). | Los libertarios otorgan un mayor valor a la libertad, incluso si conduce a la desigualdad social o económica (Nozick, 2013). |
Derechos colectivos vs. individuales | Los liberales a menudo apoyan los derechos colectivos, como el derecho de los trabajadores a sindicalizarse o el derecho de una comunidad a mantener su herencia cultural (Rawls, 1999). | Los libertarios enfatizan derechos individuales y a menudo son escépticos sobre el concepto de derechos colectivos, viéndolos como posibles infracciones a las libertades individuales (Brennan & Tomasi, 2012). |
Leer a continuación: Izquierda vs Derecha
Conclusión
Tanto el liberalismo como el libertarismo se han ramificado a partir de la filosofía de la Ilustración, pero llegan a su punto de desacuerdo cuando comienzan a considerar la mejor manera de garantizar las libertades individuales. A partir de aquí, discrepan sobre si el gobierno puede ser un mecanismo confiable y productivo para lograr las libertades individuales. Los liberales abrazan la idea de instituciones gubernamentales bien reguladas y responsables, mientras que los libertarios son más escépticos y desean minimizar el papel del estado tanto como sea posible, reconociendo que esto puede significar que los marginados y desafortunados pueden carecer de apoyo gubernamental cuando sea necesario.
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