10 ejemplos de costos hundidos (explicación de la falacia)
Los costos hundidos se definen como gastos en los que ya se ha incurrido y no se pueden revertir o recuperar. Son inversiones pasadas de tiempo, dinero o recursos que ya se han gastado y no ofrecen rendimientos futuros.
Se incurre en costos irrecuperables debido a decisiones tomadas en el pasado que no pueden modificarse mediante una decisión posterior en el futuro.
Los ejemplos de costos irrecuperables incluyen el precio de compra de un producto o servicio, los costos de investigación y desarrollo, los gastos de publicidad y marketing, los honorarios legales y contables, los sueldos y salarios de los empleados, etc.
En los negocios, es importante comprender el concepto de costos irrecuperables para tomar decisiones informadas. Al reconocer los costos no recuperables, las empresas pueden concentrarse en evitar pérdidas futuras y maximizar las ganancias.
Definición de costos hundidos
El profesor de inglés Colin Drury define los costos hundidos como “costos que han sido creados por una decisión tomada en el pasado y que no pueden ser cambiados por ninguna decisión que se tome en el futuro” (Drury, 2013).
En otras palabras, un costo irrecuperable es un gasto en el que se ha incurrido en el pasado y no se puede recuperar. Es una inversión pasada de recursos que no ofrece rendimientos futuros.
Están excluidos de cualquier decisión futura porque ya se han gastado y no se pueden cambiar.
Por ejemplo, si una empresa compró una máquina por $ 100,000 y ya no se usa, el costo de la máquina puede considerarse un costo irrecuperable. Es porque el dinero ya se ha gastado y no se puede recuperar, por lo que no influye en la toma de decisiones para futuras inversiones.
Las organizaciones deben considerar solo los costos relevantes que aún deben pagarse al tomar cualquier decisión comercial. Estos costos siempre deben sopesarse frente a los ingresos potenciales que se esperan de la decisión (Broadbent & Cullen, 2014).
¿Qué es la falacia del costo hundido?
La falacia del costo irrecuperable es de las personas tendencia a seguir invirtiendo en un esfuerzo incluso después de que se haya vuelto no rentable debido a decisiones irracionales basadas en inversiones anteriores (Ronayne et al., 2021).
En pocas palabras, las personas y las organizaciones siguen invirtiendo en algo porque creen que ya han gastado mucho tiempo, dinero o recursos en ello, por lo que no deben desperdiciarse.
La falacia del costo hundido a menudo lleva a las empresas a continuar invirtiendo en un producto o servicio que no tiene ninguna posibilidad de generar un retorno de la inversión y conduce a más pérdidas.
Por ejemplo, suponga que una empresa ha invertido $10 000 en el desarrollo de un producto. Sin embargo, creen que deben seguir invirtiendo en el mismo producto aunque no se venda porque ya han gastado mucho dinero y tiempo en él. Este comportamiento es un ejemplo de la falacia del costo hundido.
En esencia, la falacia del costo irrecuperable se basa en la creencia errónea de que la inversión pasada significa rendimientos futuros.
10 ejemplos de costos hundidos
- Salario de los empleados que han sido despedidos: Aunque una organización ya haya pagado el salario de un ex empleado, no puede recuperar este costo. El salario de dicho empleado puede considerarse un costo irrecuperable.
- Costos de investigación y desarrollo: Los gastos incurridos para la investigación y desarrollo de un producto o servicio no se pueden recuperar si el proyecto se cancela. Por ejemplo, si una empresa gasta dinero en investigación de mercado para un producto nunca lanzado, este costo se asumiría como irrecuperable.
- Gastos de publicidad y marketing: Los costos de publicidad y marketing, como la contratación de un vocero o la colocación de anuncios en medios impresos, no se pueden recuperar si se cancela el proyecto.
- Honorarios legales y contables: Muchas empresas deben pagar honorarios legales y contables para preparar documentos y completar transacciones. Son gastos relacionados con el asesoramiento legal o servicios de declaración de impuestos que no se pueden recuperar si el proyecto se cancela o no se completa.
- Maquinaria y equipamiento: Por supuesto, toda empresa necesita comprar y mantener maquinaria y equipo para sus operaciones. El costo de compra y mantenimiento de máquinas y equipos no se puede devolver si ya no se necesita o se vuelve obsoleto.
- Costos de capacitación: Las empresas gastan dinero para capacitar a sus empleados para el trabajo. Si se despide a un empleado o si se cancela el proyecto, este costo no se puede recuperar.
- Pagos de interés: Las empresas que pagan intereses sobre préstamos y deudas están obligadas a pagar el monto total, incluso si no tienen esperanza de obtener ningún rendimiento de su inversión. Dichos pagos de intereses pueden considerarse costos irrecuperables.
- Pagos de alquiler: muchas empresas a menudo necesitan arrendar locales, como oficinas o almacenes, para operar su negocio. El dinero gastado en el arrendamiento de estos locales no se puede recuperar si la empresa decide mudarse o interrumpir sus operaciones.
- Costos de logística: Casi todas las empresas incurren en costos de transporte de bienes y materiales. Es un paso necesario para iniciar la producción o entregar los bienes finales al cliente. Aún así, estos costos se considerarían irrecuperables si el producto se suspende o no se vende.
- Impuestos: Los impuestos son parte de hacer negocios y deben pagarse incluso si la empresa no obtiene ningún beneficio de sus operaciones. Por lo tanto, los impuestos pueden considerarse costos irrecuperables.
¿Por qué existe la falacia del costo hundido?
Las causas subyacentes de la falacia del costo irrecuperable tienden a ser psicológicas, con cinco explicaciones principales que explican su prevalencia.
- Incentivo para evitar admitir errores: La gente a menudo trata de evitar admitir sus errores y asumir la responsabilidad por ellos. Si continúan invirtiendo en un proyecto, a pesar de su bajo rendimiento, pueden evitar la vergüenza de admitir que su decisión fue incorrecta (Arkes y Blumer, 1985).
- Miedo a perder: Algunos pueden invertir recursos adicionales en un proyecto, incluso cuando no muestra ningún rendimiento porque temen que la inversión se pierda si deciden retirarse.
- Presión de otros: Muchos inversores pueden sentir la presión de sus pares o superiores para seguir invirtiendo en un proyecto a pesar de sus bajos rendimientos. Puede conducir a la falacia del costo irrecuperable, ya que las personas se sienten obligadas a seguir invirtiendo incluso cuando no es prudente hacerlo (Haita-Falah, 2017).
- Ignorar el costo de oportunidad: Las personas pueden continuar invirtiendo en un proyecto simplemente porque no están considerando el costo de oportunidad de sus recursos. Supongamos que una persona solo se enfoca en la cantidad que ya ha invertido. En ese caso, es posible que no tengan en cuenta los rendimientos potenciales que podrían obtener si desviaran sus recursos a otra parte.
- Sesgo hacia la acción: Algunos pueden estar sesgados hacia la acción y pueden persistir en un proyecto aunque no esté dando sus frutos porque sienten que están haciendo algo. Este sesgo puede conducir a una inversión continua en un proyecto, incluso cuando no hay retornos (Arkes & Blumer, 1985).
Cómo evitar la falacia del costo hundido
La falacia del costo hundido es una psicológico sesgo que hace que las personas aún consideren los costos irrecuperables al tomar decisiones. Entonces, la mejor manera de evitar eso es tomar decisiones basadas en los costos y beneficios potenciales actuales y futuros en lugar de inversiones pasadas.
- Considere el costo de oportunidad: Las organizaciones y los individuos deben considerar el costo de oportunidad de sus decisiones. Significa ver qué más se podría haber hecho con los recursos asignados a un proyecto o actividad en lugar de invertir más dinero en él.
- Tener en cuenta factores externos: También es importante considerar los factores externos que pueden afectar el éxito de un proyecto. Al decidir si continuar o no invirtiendo en un proyecto, las organizaciones deben considerar cosas como las tendencias del mercado, los comentarios de los clientes, las actividades de la competencia y otros riesgos.
- Estar dispuesto a aceptar pérdidas.: Finalmente, las organizaciones también deben estar dispuestas a aceptar errores y pérdidas. Reducir las pérdidas en el momento adecuado puede ayudar a evitar más pérdidas o el desperdicio de recursos.
Costos hundidos versus costos fijos
Los costos irrecuperables y fijos son dos tipos diferentes de gastos. Los costos irrecuperables ya se gastaron y no se pueden recuperar. Por el contrario, los costos fijos son gastos continuos que deben pagarse independientemente del resultado (Wang y Yang, 2001).
Los costos fijos suelen ser compromisos a largo plazo, como el alquiler o los salarios. Estos son gastos que deben pagarse independientemente del resultado o los resultados.
Por otro lado, los costos hundidos son inversiones únicas que no se pueden recuperar. Ejemplos de costos irrecuperables incluyen publicidad, marketing y gastos de capacitación. El dinero gastado en estas actividades no se puede recuperar si el proyecto o actividad no tiene éxito.
Conclusión
Los costos hundidos son gastos que no se pueden recuperar y muchas veces se pasan por alto a la hora de tomar decisiones. Los ejemplos de costos irrecuperables incluyen los gastos de publicidad, capacitación y marketing, así como el costo de oportunidad de los recursos.
La falacia del costo irrecuperable ocurre cuando los empresarios continúan invirtiendo en un proyecto a pesar de su bajo rendimiento debido a factores como el miedo a perder, la presión de los demás, el desprecio por el costo de oportunidad y el sesgo hacia la acción.
Las organizaciones deben esforzarse por tomar decisiones basadas en los costos y beneficios potenciales actuales y futuros, considerar los factores externos que pueden afectar el éxito de un proyecto y estar dispuestas a aceptar pérdidas si es necesario.
Estas estrategias ayudarán a las empresas a evitar la falacia de los costos irrecuperables y a tomar decisiones más informadas.
Referencias
Arkes, HR y Blumer, C. (1985). La psicología del costo hundido. Comportamiento Organizacional y Procesos de Decisión Humana, 35(1), 124–140. https://doi.org/10.1016/0749-5978(85)90049-4
Broadbent, M. y Cullen, J. (2014). Manejo de recursos financieros. Routledge.
Drury, C. (2013). Costeo: una introducción. Negocios Internacionales de Thomson.
Haita-Falah, C. (2017). La falacia del costo hundido y la capacidad cognitiva en la toma de decisiones individuales. Revista de Psicología Económica, 58, 44–59. https://doi.org/10.1016/j.joep.2016.12.001
Ronayne, D., Sgroi, D. y Tuckwell, A. (2021). Evaluación del efecto del costo hundido. Diario electrónico SSRN. https://doi.org/10.2139/ssrn.3823624
Wang, XH y Yang, BZ (2001). Costos fijos y hundidos revisados. El Diario de Educación Económica, 32(2), 178. https://doi.org/10.2307/1183493
Deja una respuesta