10 ejemplos de federalismo dual
El federalismo dual, también conocido como federalismo en capas, es un sistema de gobierno en el que el poder se divide entre los gobiernos nacional y estatal.
Este concepto de federalismo postula que los gobiernos nacional y estatal son entidades distintas, cada una con su propio rango único de responsabilidades y autoridad.
El federalismo dual establece que los gobiernos nacional y estatal tienen poderes y responsabilidades separados, generalmente descritos en una constitución.
En otras palabras, el gobierno federal y los estados individuales son como dos capas distintas, una encima de la otra.
El gobierno nacional maneja los asuntos relacionados con la política exterior, la defensa y el comercio exterior, mientras que los gobiernos estatales conservan la autoridad sobre asuntos como la educación y la atención médica.
Definición de federalismo dual
El federalismo dual es una forma de gobierno que divide y comparte el poder entre los gobiernos nacional y estatal de manera ordenada.
En este modelo de federalismo, los poderes se reparten verticalmente; cada organismo gubernamental tiene autoridad exclusiva sobre sus propias responsabilidades distintas.
Smith y Greenblatt (2021) afirman que bajo el federalismo dual,
“…los gobiernos estatales ejercen sus poderes sin interferencia del gobierno federal” (p. 97).
Según Schaller (2016), el federalismo:
“…también conocida como soberanía dividida, es un acuerdo político en el que el poder se divide entre los gobiernos federal y estatal en términos claramente definidos, y los gobiernos estatales ejercen los poderes que se les otorgan sin interferencia del gobierno federal” (p. 4) .
El federalismo dual se basa en la idea del “federalismo de pastel de capas”, que sugiere que los gobiernos nacionales y estatales tienen poderes y responsabilidades designados. Los dos niveles de gobierno no se superponen y pueden actuar de forma independiente (Feeley & Rubin, 2011).
Entonces, en términos simples, el federalismo dual es un sistema de gobierno en el que la autoridad y las responsabilidades de los gobiernos nacional y estatal están claramente definidas, separadas y respetadas.
10 ejemplos de federalismo dual
- Impuestos: El gobierno federal es responsable de recaudar impuestos sobre la renta. En contraste, los gobiernos estatales son responsables de recaudar impuestos sobre bienes y servicios.
- Social sseguridad: El gobierno federal es responsable de brindar beneficios de seguridad social a los ciudadanos, mientras que los estados se encargan de administrar estos beneficios.
- Educación: Bajo este modelo de federalismo, el gobierno federal es responsable de financiar las escuelas públicas. En contraste, los gobiernos estatales son los principales responsables de administrar y operar estas instituciones educativas.
- Protección del medio ambiente: El gobierno federal es responsable de desarrollar políticas ambientales y hacerlas cumplir a nivel nacional, mientras que los gobiernos estatales y locales son responsables de implementar estas políticas en sus respectivos lugares.
- Transporte: El gobierno federal es responsable de construir carreteras interestatales y proporcionar fondos para el transporte público, mientras que los gobiernos estatales están a cargo de operar los sistemas de transporte público, así como de construir y mantener las carreteras y autopistas estatales.
- Cumplimiento de la ley: El gobierno federal es responsable de hacer cumplir las leyes relacionadas con el crimen, el terrorismo y la inmigración, mientras que los gobiernos estatales son responsables de mantener una fuerza policial y hacer cumplir las leyes relacionadas con el tránsito y otros delitos menores.
- Cuidado de la salud: El gobierno federal es responsable de emitir beneficios de atención médica y supervisar el seguro de salud, mientras que los gobiernos estatales están a cargo de establecer los requisitos para la elegibilidad de Medicaid, así como de administrar sus implementaciones.
- Bancario: El gobierno federal es responsable de regular la industria bancaria, mientras que los gobiernos estatales están a cargo de emitir licencias bancarias y examinar bancos individuales.
- Inmigración: El gobierno federal es responsable de establecer las leyes de inmigración, mientras que los gobiernos estatales hacen cumplir estas leyes a nivel local.
- Comercio: El gobierno federal es responsable de negociar acuerdos comerciales con otros países e imponer aranceles a los bienes importados, mientras que los gobiernos estatales implementan estas regulaciones.
Federalismo dual versus federalismo cooperativo
El federalismo cooperativo enfatiza la interacción entre los gobiernos estatal y nacional (Schutze, 2009).
El federalismo dual sigue el principio del "federalismo de pastel de capas", donde cada nivel de gobierno es independiente y responsable de su propia área de autoridad designada.
En el federalismo cooperativo, el gobierno nacional brinda financiamiento y orientación a los gobiernos estatales, quienes luego tienen más flexibilidad para determinar cómo se debe utilizar este financiamiento (Raadschelders & Vigoda-Gadot, 2015).
Además, todos los gobiernos estatales tienen la obligación de obedecer las leyes emitidas por el gobierno federal.
El federalismo cooperativo también se conoce como “federalismo de pastel de mármol” porque los gobiernos interactúan con mayor frecuencia y existe una mayor superposición entre sus respectivas áreas de autoridad (Raadschelders & Vigoda-Gadot, 2015).
La distinción entre federalismo dual y cooperativo es que el primero se centra en la división de poderes, como la división de poderes expresos y poderes implícitos. En contraste, este último enfatiza la cooperación y comunicación entre los gobiernos nacionales y estatales.
Características del federalismo dual
El federalismo dual es una forma de gobierno que reconoce y preserva los distintos poderes de los gobiernos nacionales y estatales al mismo tiempo que les permite cooperar para atender mejor las necesidades de sus ciudadanos.
Estas son las cinco características del federalismo dual.
- Dos o más niveles de gobierno: El federalismo dual reconoce dos niveles de gobierno, el nacional y el estatal, y asigna a cada nivel el poder exclusivo de hacer leyes en sus propias áreas específicas de autoridad (Schütze, 2013). Entonces, el gobierno nacional es responsable de hacer las leyes que afectan a toda la nación. Por el contrario, los gobiernos estatales tienen la tarea de hacer leyes que se aplican solo dentro de sus estados.
- Las jurisdicciones de los respectivos niveles de gobierno se especifican en la constitución: Bajo el federalismo dual, los poderes de cada nivel de gobierno se especifican en la constitución. Por ejemplo, la Constitución de los EE. UU. asigna explícitamente al gobierno federal autoridad sobre el comercio interestatal, las relaciones exteriores y la defensa nacional (Schütze, 2013).
- Restricción del poder de cada nivel de gobierno a su propia jurisdicción: A diferencia de otras formas de gobierno, el federalismo dual restringe explícitamente el poder de cada nivel de gobierno a su propia jurisdicción. Significa que el gobierno nacional no puede dictar leyes sobre asuntos de competencia exclusiva de los gobiernos estatales y viceversa (Smith & Greenblatt, 2021).
- Los tribunales tienen el poder de interpretar los límites del poder de cada nivel: En el federalismo dual, los tribunales pueden interpretar y revisar los límites entre el poder de cada nivel y asegurarse de que un nivel de gobierno no sobrepase su jurisdicción.
- Se permite la cooperación interestatal: Además, con el federalismo dual, los estados pueden coordinarse y colaborar para emprender proyectos que impacten en múltiples regiones (Schütze, 2013). Podría incluir la creación de una red de energía compartida u otro esfuerzo de desarrollo de infraestructura vital a través de las fronteras estatales.
Ventajas del federalismo dual
El federalismo dual tiene muchas ventajas, incluida una mayor protección de los derechos civiles, la capacidad de atender mejor las necesidades de los ciudadanos y una mayor autonomía política de los estados.
- Mayor protección de los derechos civiles: La división de poderes entre los gobiernos nacional y estatal asegura que los derechos de los ciudadanos permanezcan mejor protegidos (Raadschelders & Vigoda-Gadot, 2015). Por ejemplo, en caso de conflicto entre las leyes federales y estatales, prevalecen las leyes federales. Ayuda a brindar a los ciudadanos una mayor protección contra cualquier ley estatal injusta o inconstitucional que pueda violar sus derechos civiles.
- Mejor capacidad para atender las necesidades de los ciudadanos: Idealmente, el federalismo dual debería permitir que los gobiernos nacional y estatal atiendan mejor las necesidades de sus ciudadanos. El gobierno nacional puede centrarse en cuestiones que afectan a toda la nación, como la seguridad nacional o la política exterior. Mientras tanto, los gobiernos estatales pueden enfocarse en temas más relevantes para sus ciudadanos, como la infraestructura de transporte o la educación.
- Mayor autonomía política de los estados: Bajo el federalismo dual, los estados disfrutan de más autonomía política que bajo otras formas de gobierno (Schutze, 2009). Los gobiernos estatales son libres de crear leyes, regular las economías y administrar los servicios públicos. Esta mayor autonomía ayuda a los estados a abordar mejor las necesidades de sus ciudadanos. Además, este modelo de federalismo ayuda a preservar el sentido de descentralización y diversidad esencial en una nación grande y multicultural como los Estados Unidos.
Desventajas del federalismo dual
Las desventajas del federalismo dual incluyen un mayor sistema burocrático, la posibilidad de tener leyes en conflicto entre los estados y el gobierno nacional, y un mayor riesgo de que los derechos de los ciudadanos no estén igualmente protegidos.
- Aumento de la burocracia gubernamental: El federalismo dual puede aumentar la burocracia gubernamental, ya que cada nivel de gobierno debe contar con personal y mantenimiento. Puede resultar en mayores costos para los contribuyentes, así como una menor eficiencia en la implementación de políticas o servicios.
- Potencial de leyes en conflicto: Otra desventaja es la posibilidad de leyes contradictorias entre los estados y el gobierno federal. Como cada nivel de gobierno es libre de hacer sus propias leyes, existe el riesgo de que una ley contradiga a otra. Tal situación puede generar confusión y dificultad para hacer cumplir la ley. Este riesgo se amplifica cuando los estados aprueban leyes que contradicen la interpretación de la Constitución por parte del gobierno federal.
- Protección desigual de los derechos de los ciudadanos: En última instancia, el federalismo dual puede dar lugar a discrepancias en la protección de los derechos de los ciudadanos. En consecuencia, si bien cada estado está facultado para dictar sus leyes y reglamentos, las personas que viven en un área pueden estar expuestas a un nivel de seguridad diferente al de las personas que residen en otros lugares. Por ejemplo, algunos estados pueden tener medidas de control de armas más estrictas que otros. Esta desigualdad puede conducir a la injusticia y la injusticia en la aplicación de las leyes en todo el país.
Conclusión
El federalismo dual es un sistema de poderes compartidos que permite a los gobiernos nacional y estatal ejercer su autoridad en diferentes áreas.
Por ejemplo, el gobierno federal puede concentrarse en los desafíos que afectan a todo el país, mientras que los estados pueden elaborar leyes que sirvan mejor a sus individuos.
En comparación con otras formas de gobierno, este modelo de federalismo tiene varias ventajas, como una mayor protección de los derechos civiles, la capacidad de atender mejor las necesidades de los ciudadanos y una mayor autonomía política de los estados.
No obstante, el aumento de la burocracia gubernamental, la posibilidad de leyes diferentes y la protección desigual de los derechos de los ciudadanos son todas desventajas potenciales.
En general, el federalismo dual puede estructurar efectivamente la relación entre gobiernos que equilibre la autonomía y la cooperación.
Referencias
Feeley, M. y Rubin, EL (2011). Federalismo: identidad política y compromiso trágico. Prensa de la Universidad de Michigan.
Raadschelders, J. y Vigoda-Gadot, E. (2015). Dimensiones globales de la administración pública y la gobernabilidad: un viaje comparativo. John Wiley & Sons.
Schaller, J. (2016). Conservalexicon políticamente incorrecto para el experto pie tierno. Editorial Dorrance.
Schutze, R. (2009). Del federalismo dual al cooperativo: la estructura cambiante del derecho europeo. Prensa de la Universidad de Oxford.
Schütze, R. (2013). Del federalismo dual al cooperativo. OUP Oxford.
Smith, KB y Greenblatt, A. (2021). Los estados y localidades que gobiernan (8ª ed.). Sabio.
Deja una respuesta