15 ejemplos de disociación (psicología)
La disociación implica una separación de la conciencia con las sensaciones, sentimientos, recuerdos y pensamientos actuales. La disociación existe en un continuo de lo normal a lo disfuncional.
En un extremo del continuo, es un estado inofensivo que le sucede a la mayoría de las personas, como "distraerse" mientras sueña despierto.
Por otro lado, la disociación puede ser un mecanismo de afrontamiento en respuesta a una experiencia traumática.
Definición de disociación
La Asociación Estadounidense de Psicología proporciona una definición de disociación como un trastorno mental:
“…un mecanismo de defensa en el que los impulsos en conflicto se mantienen separados o las ideas y sentimientos amenazantes se separan del resto de la psique”.
Esta forma de disociación puede ocurrir como resultado de un combate físico, un accidente automovilístico u otras experiencias que produzcan sentimientos abrumadores de estrés y ansiedad.
Los psicólogos en los Estados Unidos utilizan el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) para ayudar a diagnosticar diferentes tipos de trastornos disociativos.
Ejemplos de disociación
- Soñador: Cuando la mente de uno divaga de eventos que están sucediendo en el entorno inmediato a pensamientos inmersos en algo completamente ajeno.
- Conducción en Piloto Automático: Mientras toma una ruta muy familiar al trabajo, la conciencia de una persona puede estar completamente absorta pensando en algo del pasado o planificando las actividades de ese día.
- Mientras leo: Algunas personas pueden quedar tan absortas en la historia mientras leen que sienten que realmente están experimentando la escena mientras la leen.
- No escuchar el nombre de alguien llamado: Cuando se dedica a un enfoque mental intenso, como estudiar para un examen, es posible que una persona no pueda escuchar a alguien decir su nombre.
- Juego de fantasía para niños: Algunos niños pueden cautivarse tanto con el juego de fantasía que experimentan disociación. Todo lo que imaginan les parece muy real.
- Pérdida de memoria: No poder recordar un evento traumático específico es una forma de disociación que ayuda a proteger a una persona de una ansiedad abrumadora.
- Experiencia fuera del cuerpo: Tener la percepción de que uno se “observa” a sí mismo en acción pero no experimenta los comportamientos directamente.
- Entumecimiento Emocional Extremo: No sentir emociones a un nivel de intensidad que sea proporcional a los eventos que ocurren. La persona se siente emocionalmente entumecida mientras que otros pueden estar sintiendo emociones intensas en respuesta a la misma situación.
- Recuerdos: Sentir las emociones y pensamientos de un momento anterior como si estuvieran sucediendo ahora mismo, aunque el evento haya ocurrido meses o años antes.
- Perdiendo la noción del tiempo: Cuando una persona está tan absorta en una actividad que su percepción del tiempo se distorsiona, está experimentando una forma leve de disociación.
Tipos de disociación
Hay varios tipos de disociación, siendo la menos sensible la que probablemente sienta la mayoría de las personas de vez en cuando, y los tipos más graves que requieren intervención clínica. Estos son algunos de los tipos más comunes:
- Despersonalización: La despersonalización implica sentirse separado de uno mismo, como si estuviera flotando fuera de sí mismo y observando sus pensamientos, emociones y acciones desde la distancia (Ozdemir et al., 2015). A veces, se siente como si esos pensamientos pertenecieran a otra persona. La experiencia de la despersonalización puede hacer que una persona sienta que no tiene el control de su vida, sus acciones o incluso de su propio cuerpo.
- Desrealización: En este tipo de disociación, los individuos experimentan la sensación de que su entorno es irreal. Si la despersonalización es sentir que te ves a ti mismo como algo extraño para ti, la desrealización es el sentimiento de que tu realidad es ajena (De Ruiter, Elzinga & Phaf, 2006). El mundo que te rodea puede parecer distorsionado, como un sueño o irreal, como si te hubieras encontrado en La Tierra de Oz. Esto puede manifestarse como dificultad para reconocer lugares, objetos y personas familiares.
- Amnesia: La amnesia disociativa se refiere a la disociación de los recuerdos, como la incapacidad de recordar eventos que experimentó personalmente. A menudo ocurre como un mecanismo de defensa, donde la mente de las personas bloquea eventos traumáticos del pasado (Ozdemir et al., 2015). La amnesia disociativa puede ser selectiva, localizada o generalizada y se manifiesta de manera diferente en diferentes personas.
- Confusión de identidad: La confusión de identidad ocurre cuando una persona pierde el sentido de su identidad central y puede, por ejemplo, representar una dificultad para definir sus valores, creencias o preferencias centrales. Las personas con confusión de identidad luchan por mantener un sentido constante de sí mismos a lo largo del tiempo (De Ruiter, Elzinga & Phaf, 2006).
Estudios de caso y base de investigación
1. Disociación no patológica
Para la mayoría de las personas, lo primero que les viene a la mente cuando escuchan el término "disociación" es lo que alguna vez se llamó trastorno de personalidad múltiple. Esto es cuando una persona tiene personalidades distintas que se activan en diferentes situaciones.
Este término ya no se usa y la disociación no patológica es una experiencia mucho más común en la gran mayoría de la población.
Una definición informal de disociación no patológica es: “un cambio en el estado de conciencia que no es inducido orgánicamente, no ocurre como parte de un trastorno psiquiátrico e implica la alteración o separación temporal de lo que normalmente se experimenta como procesos mentales integrados. (Butler, 2006, p. 45).
Esta forma de disociación es bastante común y se experimenta cuando se está involucrado en una amplia gama de actividades, como escribir un manuscrito o estar absorto en una actividad recreativa.
De hecho, la disociación puede ser bastante productiva, ya que “reduce el potencial de distracción, aumenta la asignación de los recursos cognitivos necesarios y permite la participación total con el objeto de atención” (p. 48).
2. El tipo de personalidad propenso a la fantasía
Lo crea o no, la gente pasa casi tanto tiempo soñando despierta como pensando en lo que sucede a su alrededor (Killingsworth y Gilbert, 2010).
Soñar despierto, o la mente errante, como se le llama en la literatura de investigación, es una forma de disociación que forma parte de la vida cotidiana.
Como muchos otros aspectos de la personalidad, existen diferencias individuales en la divagación mental. Wilson y Barber (1983) fueron los primeros en acuñar el término “personalidad propensa a la fantasía”.
Este constructo de personalidad se define como “un rasgo de personalidad caracterizado por la tendencia a involucrarse en actividades fantasiosas e imaginarias con más frecuencia y con mayor viveza que la persona promedio” (Duarte et al., 2021, p. 1).
La personalidad propensa a la fantasía se evalúa utilizando el Cuestionario de Experiencias Creativas (Merckelbach et al., 2001), que consta de 25 preguntas sobre experiencias diarias típicas.
Ejemplos de preguntas incluyen:
- “Paso más de la mitad del día (día) fantaseando o soñando despierto” y
- “Cuando pienso en algo frío, en realidad me da frío”.
El pensamiento de fantasía se ha relacionado con la resolución de problemas, el alivio del aburrimiento, los esfuerzos creativos y la regulación emocional (Duarte et al., 2021).
3. Meditadores de alto nivel y estado alterado de conciencia
La disociación ocurre durante la fantasía o la absorción cognitiva en una tarea. Pero investigaciones recientes que examinan las ondas cerebrales de los meditadores han revelado una forma diferente de disociación que, según Daniel Goleman, "es diferente a lo que la ciencia ha visto antes".
En el video anterior, Goleman describe la investigación de su colega y neurocientífico Richard Davidson en la Universidad de Wisconsin.
La investigación involucró a meditadores de “nivel olímpico” desde Nepal y la India hasta el laboratorio de investigación de Davidson.
Mientras estos meditadores participaban en el protocolo de investigación, sus ondas cerebrales se medían en tiempo real. Los resultados revelaron que sus cerebros exhibían un tipo muy específico de onda cerebral llamada onda gamma.
Aunque todo el mundo puede exhibir una onda gamma durante una fracción de segundo, por ejemplo, al resolver un problema particularmente molesto, los meditadores de alto nivel lo experimentaron como un estado prolongado de conciencia.
Como afirma Goleman, "su onda cerebral muestra gamma muy fuerte todo el tiempo, como un rasgo duradero, sin importar lo que estén haciendo". Cuando se le pide que describa verbalmente este estado alterado de conciencia, "realmente no hay vocabulario que capte lo que podría ser".
4. Disociación y funciones cognitivas
Los síntomas más severos de disociación generalmente se asocian con eventos traumáticos. Estas experiencias pueden alterar los procesos cognitivos normales relacionados con la atención y la memoria.
Ozdemir et al. (2015) examinaron la disociación y el funcionamiento cognitivo en 60 participantes de investigación sanos. Se administraron varias medidas de memoria, habilidades verbales, atención y disociación.
Los resultados mostraron:
“…que mayores niveles de disociación se asociaron significativamente con un peor desempeño en los indicadores de memoria verbal, recuerdo diferido, memoria general y memoria a largo plazo…pero no atención” (p. 38).
Los investigadores explican que los resultados son consistentes con otras investigaciones que “sugieren que las experiencias disociativas pueden bloquear… la integración cognitiva de las experiencias y la incapacidad de construir conexiones entre los procesos de información se manifiestan como lapsos de memoria” (p. 38).
5. La experiencia cinematográfica
Ir al cine es una excelente manera de escapar de la realidad, reducir el estrés y experimentar una realidad alternativa. Si estas experiencias fueran lo suficientemente extremas, podría acercarse a un grado de disociación que bordea la patología. Afortunadamente, eso no sucede y la experiencia cinematográfica suele ser alegre e inofensiva.
Aun así, la mayoría de los directores de cine se esfuerzan por crear una experiencia con tanto impacto que parezca una realidad alternativa. Aunque es posible que no usen el término, el objetivo final es que la audiencia tenga una experiencia disociativa.
A medida que avanza la tecnología y evoluciona la experiencia cinematográfica, esto puede suceder más temprano que tarde. Desde los primeros días del cine, la tecnología ha progresado para afectar tantas modalidades sensoriales en la audiencia como sea posible.
Dolby Cinema usa EEG para estudiar qué escenas crean más sentimientos, y los láseres se usan en los propios cines para mejorar la experiencia de la audiencia. Para no quedarse atrás, el teatro en vivo también está adoptando la tecnología para crear experiencias inmersivas para la audiencia en una escala nunca antes vista.
Conclusión
La disociación es una separación de la conciencia de la memoria, las sensaciones y otros procesos cognitivos. Existe en un continuo de experiencia que va desde instancias leves de ensoñación hasta experiencias patológicas fuera del cuerpo.
Casi todas las personas pasan casi tanto tiempo en una experiencia disociativa como en la realidad. Conducir a un destino conocido, soñar despierto y estar completamente inmerso en una tarea cognitivamente exigente son ejemplos de disociación no patológica.
En el otro extremo del continuo, la disociación puede resultar en distorsiones extremas de la realidad que involucran discapacidad visual o flashbacks.
Las personas que son propensas a la fantasía tienen más probabilidades de experimentar disociación, mientras que los meditadores de nivel olímpico pueden tener un tipo de experiencia disociativa que actualmente desafía la descripción verbal.
Es solo cuestión de tiempo antes de que ir al cine o al teatro produzca la disociación por el precio de la entrada.
Referencias
Mayordomo, LD (2006). Disociación normativa. Clínicas Psiquiátricas, 29(1), 45-62.
Duarte, BA, Joseph, ALC, Falcone, G. y Jerram, M. (2021). De soñar despierto a la disociación: un estudio exploratorio sobre el papel de la supresión del pensamiento y la disociación en individuos propensos a la fantasía. Psicología de la Conciencia: Teoría, Investigación y Práctica.
Killingsworth, MA y Gilbert, DT (2010). Una mente errante es una mente infeliz. ciencia, 330(6006), 932–932. https://doi.org/10.1126/science.1192439
Merckelbach, H., Horselenberg, R. y Muris, P. (2001). El cuestionario de experiencias creativas (CEQ): una breve medida de autoinforme de la propensión a la fantasía. Personalidad y diferencias individuales, 31(6), 987–995.
Wilson, SC y Barber, TX (1983). La personalidad propensa a la fantasía: implicaciones para la comprensión de la imaginería, la hipnosis y los fenómenos parapsicológicos. En AA Sheikh (Ed.), Imágenes: teoría, investigación y aplicación actuales (págs. 340–387). Wiley.
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