20 tipos de estilos de liderazgo
Un estilo de liderazgo es una forma de proporcionar dirección, implementar planes y motivar a otros. Implica el tono de la comunicación, el nivel de especificidad en las instrucciones, así como las suposiciones subyacentes del líder sobre los empleados.
El liderazgo es un componente clave de la gestión. Cada proyecto, sin importar la profesión o la industria, requiere la designación de al menos una persona que sea responsable de garantizar que el proyecto se complete.
Los líderes se pueden encontrar en las corporaciones en todos los niveles de la estructura organizacional, desde el director general hasta el jefe de un equipo de trabajo. En entornos de pequeñas empresas, el líder es el propietario o gerente de la tienda. Los equipos deportivos, los militares y las fuerzas del orden tienen estructuras de liderazgo bien definidas.
Definición de Estilos de Liderazgo
Hay tantos tipos de estilos de liderazgo como personas que escriben sobre ellos. En el último recuento, sería fácil concluir que hay 20 estilos de liderazgo diferentes.
La mayoría de los expertos en el área identifican 8 o 9 estilos principales, pero también hay autores individuales que han creado un estilo de liderazgo único basado en su propia teoría y experiencias.
Puede haber muchas características superpuestas entre los estilos de liderazgo. Por ejemplo, estar orientado a las personas es un componente del estilo participativo, el estilo afiliativo y el estilo de liderazgo de servicio.
Existen diferencias sutiles en cada estilo, y la idoneidad de uno sobre el otro generalmente depende de la naturaleza del negocio y los atributos del equipo.
Tipos de estilos de liderazgo
- líder autocrático
- Líder de laissez-faire
- Líder Visionario
- Líder transformacional
- Líder Participativo/Democrático
- Líder de servicio
- líder burocrático
- Líder Afiliativo
- Líder que marca el paso
- Líder de entrenamiento
- Líder Transaccional
- Líder adaptativo
- Líder situacional
- Gran hombre líder
- líder director
- Líder paternalista
- Líder maternalista
- Líder autorizado
- Líder Estratégico
- Líder carismático
Explicación de los tipos de estilos de liderazgo
1. El líder autocrático
El líder autocrático es alguien que lidera con mano de hierro. Las instrucciones se dan de arriba hacia abajo, sin discusión ni aportes de otros. Las reglas se aplican estrictamente e incluyen medidas punitivas cuando no se cumplen los plazos o no se ejecutan las órdenes.
Por un lado, este estilo de liderazgo puede ser muy eficaz cuando el líder es el único del equipo con la experiencia necesaria. Además, las expectativas son claras y las exigencias de las tareas son fáciles de entender por los miembros del equipo.
Por otro lado, los líderes autocráticos pueden producir un equipo desmotivado y temeroso de cometer errores. Esto crea un ambiente de trabajo desagradable y carente de innovación o pensamiento divergente.
2. El líder del laissez-faire
Este tipo de estilo de liderazgo es justo lo contrario del líder autocrático. Las expectativas son vagas y las instrucciones son mínimas, si es que se proporcionan.
Este es un enfoque muy práctico que permite que el equipo funcione de manera independiente. El objetivo principal del líder es complacer a los demás y no crear fricciones.
Este enfoque puede ser útil si los miembros del equipo están muy motivados, son responsables y tienen mucha experiencia en ese dominio de proyecto en particular.
Sin embargo, si el equipo no tiene estas características, es probable que haya muchas consecuencias negativas. Los plazos del proyecto no se cumplirán y la calidad de los resultados será bastante baja. Los miembros del equipo perderán el enfoque y el sentido de propósito. Lo más probable es que el proyecto no cumpla con las expectativas y necesidades.
3. Liderazgo visionario
Este es un estilo de liderazgo que crea una visión a largo plazo para el equipo. Los líderes visionarios tienen una imagen clara de cómo se ve el éxito y pueden proporcionar al equipo una dirección enfocada para que todos trabajen hacia los mismos objetivos organizacionales.
Son capaces de inspirar a otros para enfrentar desafíos difíciles y crear un sentido real de trabajo en equipo. El enfoque está en el panorama general y confían en sus excelentes habilidades de comunicación e inteligencia emocional para motivar a su equipo.
En el lado negativo, a veces la personalidad del líder visionario se vuelve abrumadora y el foco de atención. La visión puede volverse tan abarcadora que se pasan por alto otras oportunidades. Desafortunadamente, el líder puede volverse tan importante para la organización que si se va, la visión se va con él.
4. Liderazgo transformacional
Este es un estilo de liderazgo necesario si una organización necesita (o está experimentando) un cambio interno significativo.
Tal vez la empresa esté cambiando a una nueva industria o desarrollando un plan estratégico muy diferente. Esta situación requiere que los empleados vean el valor de la nueva dirección y se alineen con ella.
Para que esto suceda, el líder transformacional necesita algunos de los mismos atributos que el líder visionario. Deben ser inspiradores y hasta cierto punto carismáticos. Su personalidad generalmente se describe como enérgica, entusiasta y apasionada.
En el lado negativo, los desafíos que se encuentran a veces pueden ser abrumadores. El cambio no es fácil, especialmente para una gran organización con empleados que han trabajado en una cultura específica durante mucho tiempo. El empuje y el impulso constantes de un líder transformacional pueden ser agotadores para algunos y provocar agotamiento.
5. Liderazgo Participativo/Democrático
El líder democrático se enfoca en construir una relación con el equipo y ayudar a los miembros a sentirse valorados y respetados. Es un enfoque basado en equipos que utiliza las habilidades de las personas en el equipo para lograr las metas del proyecto.
Las decisiones a menudo se toman en base a los aportes del grupo y la creación de consenso. Esto es excelente para aumentar la satisfacción de los empleados y la lealtad a la empresa. Funciona muy bien si los miembros del equipo tienen experiencia y están motivados. Si tienen un comportamiento profesional y un buen sentido del trabajo en equipo, los procesos de trabajo funcionan sin problemas y de manera eficiente.
Sin embargo, a veces los empleados no se llevan bien y los conflictos pueden trastornar los proyectos. Dejar demasiada responsabilidad por la toma de decisiones en manos de otros puede generar demoras y falta de enfoque. La toma de decisiones puede consumir demasiado tiempo, ser improductiva y generar conflictos.
6. El líder como servidor
El líder servidor interioriza la filosofía de servir primero a las necesidades del equipo y de la organización. Los objetivos personales se dejan de lado. Las prioridades del trabajo están completamente enfocadas en objetivos externos a uno mismo y únicamente orientadas al bien mayor del equipo y la empresa.
Este estilo de liderazgo puede crear una cultura de trabajo increíble. Los empleados se sienten valorados y respetados con altos niveles de satisfacción laboral y lealtad a la empresa. Pueden sobresalir en sus habilidades y alcanzar nuevas metas profesionales.
Uno de los desafíos del estilo de liderazgo de servicio es que puede ser agotador para el líder. Requiere un grado de autenticidad y sacrificio que puede ser difícil de mantener durante un largo período de tiempo. Además, algunos pueden percibirlo como una debilidad y, por lo tanto, la autoridad del líder se ve disminuida. Esto crea muchos otros problemas con respecto a los resultados del proyecto y la cohesión del equipo.
7. Estilo de liderazgo burocrático
El estilo de liderazgo burocrático tiene lugar en un marco organizacional altamente estructurado caracterizado por una clara cadena de mando.
Los reglamentos se hacen cumplir estrictamente y se espera que los empleados sigan todos los procedimientos de trabajo con diligencia y sin cuestionamientos. Los canales de comunicación son formales y rígidos. Todo el mundo tiene un puesto de trabajo claramente definido y un conjunto de responsabilidades.
Este estilo de liderazgo funciona bien en industrias que son predecibles y estables. Por lo tanto, los procedimientos de trabajo son rutinarios, bien definidos y requieren muy poca creatividad o pensamiento independiente.
Las desventajas de este estilo son que está obsoleto en una era moderna de competencia intensa, industrias orgánicas y condiciones de mercado en constante cambio. Debido a que la cadena de toma de decisiones está tan estructurada, se vuelve ineficiente e incapaz de responder a las cambiantes demandas externas de manera oportuna. La creatividad se reprime y la lealtad a la empresa puede ser baja.
Todas estas características pueden resultar en una pérdida de ventaja competitiva y oportunidades perdidas.
8. Estilo de liderazgo afiliativo
Este estilo de liderazgo se enfoca principalmente en desarrollar un ambiente de trabajo armonioso. Los líderes son hábiles para desarrollar el trabajo en equipo y la resolución de conflictos.
Los líderes se esfuerzan por formar fuertes lazos emocionales con su equipo que sean afectuosos y enriquecedores. Permiten una gran flexibilidad y fomentan la creatividad. Es un enfoque 100% centrado en las personas.
Los empleados que trabajan bajo este estilo de liderazgo tienen un alto nivel de moral, motivación y Satisfacción laboral. Se vuelven devotos de la empresa. La transparencia entre gerentes y empleados genera confianza y fomenta el intercambio de ideas.
Las debilidades del liderazgo afiliativo incluyen el bajo rendimiento y la pérdida de vista de los objetivos de la organización. Los líderes prefieren evitar los conflictos, lo que significa que los errores y los plazos incumplidos pueden pasarse por alto con la esperanza de mantener un ambiente de trabajo positivo. Esto crea una reacción en cadena de errores que aumentan la ineficiencia y los empleados pueden volverse demasiado dependientes de la gerencia para resolver problemas.
9. Estilo de liderazgo que marca el ritmo
El estilo de liderazgo que marca el ritmo está muy orientado a los resultados. El líder establece metas desafiantes y altos estándares.
Él o ella marca el ritmo con el ejemplo y liderando desde el frente para servir como modelo de desempeño. Se espera que los equipos funcionen con poca supervisión y prioricen los objetivos de la organización.
Este estilo es más efectivo con equipos altamente motivados que tienen aptitud comprobada en el dominio del trabajo. El equipo considera que los altos estándares son desafiantes e incluso estimulantes. El estilo que marca el ritmo es más adecuado para proyectos exigentes que deben completarse rápidamente y con estándares extremadamente altos.
Las desventajas son que los líderes que marcan el ritmo pueden recurrir a la microgestión si perciben que esos objetivos no se cumplirán. Además, los empleados a veces pueden experimentar agotamiento debido a las demandas permanentes de un entorno de trabajo de alta presión y mucho en juego. La disminución de la satisfacción laboral también puede ser el resultado de observar que los colegas son reemplazados rápidamente si no cumplen con las expectativas.
10. El líder de entrenamiento
El estilo de liderazgo de coaching se define como cabría esperar. Se caracteriza por el objetivo de ayudar a las personas a crecer y alcanzar sus aspiraciones a largo plazo.
El líder se esfuerza por ayudar a los empleados a desarrollar fortalezas duraderas al estar comprometido y dedicado a la colaboración. Los practicantes del estilo de liderazgo de coaching son excelentes comunicadores y tienen un alto nivel de inteligencia emocional.
Este estilo funciona mejor con miembros del equipo que estén dispuestos a aceptar comentarios constructivos. Sacar lo mejor de las personas lo pueden lograr más fácilmente aquellos que quieren ser los mejores, y también reconocen el valor de ser liderados por profesionales más experimentados.
Las desventajas son que este enfoque lleva tiempo y requiere un fuerte compromiso de recursos. Los miembros del equipo generalmente necesitan capacitación, lo que puede llevar mucho tiempo y ser costoso. Además, no funciona bien con plazos estrictos y si los empleados temen recibir comentarios.
11. El líder transaccional
Los líderes transaccionales están muy orientados a las tareas e implementan un conjunto de recompensas y castigos para lograr resultados. Están menos preocupados por el bienestar de su equipo o por construir un ambiente de trabajo armonioso.
El líder transaccional tiende a ser directivo y orientado a la acción con una visión de los empleados que necesitan supervisión e instrucción constantes.
Los líderes transaccionales son muy buenos para establecer objetivos, definir claramente los estándares, mantener la productividad y lograr hitos de desempeño programados. Estos son atributos valiosos para proyectos que son rutinarios y sensibles al tiempo.
Sin embargo, estar tan concentrado en completar las tareas y cumplir con el cronograma puede conducir a una baja creatividad e innovación. En el entorno actual, esto puede ser una gran desventaja. Las empresas deben innovar constantemente para seguir siendo competitivas, y desalentar la participación de los empleados puede poner trabas a la innovación desde dentro.
12. El estilo de liderazgo adaptativo
El estilo de liderazgo adaptativo es perfecto para hacer frente a circunstancias imprevistas. Este estilo se caracteriza por ser flexible, abierto a sugerencias y capaz de hacer cambios dramáticos en políticas o decisiones.
Ser un líder ágil en una industria orgánica donde el cambio puede llegar en cualquier momento, desde cualquier lado, es una habilidad rara. Las circunstancias pueden ser el resultado de regulaciones gubernamentales, cambios en las preferencias de los consumidores o innovaciones tecnológicas sorprendentes.
La mayor desventaja del estilo de liderazgo adaptativo para una empresa es que es muy raro. La mayoría de los líderes son incapaces de manejar este tipo de desafíos. Además, es posible que las partes interesadas vean tarde la necesidad de un cambio y, por lo tanto, se muestren reacias a participar.
Esto puede dar lugar a que los líderes adaptativos rompan las reglas y asuman riesgos sin pasar por la cadena de mando habitual. Eso puede conducir a muchos otros problemas que distraen a la empresa de su nuevo plan estratégico previsto.
13. El modelo de liderazgo situacional
Hersey y Blachard (1969) desarrollaron el modelo de liderazgo situacional que postula que no existe un mejor estilo de liderazgo único. Un buen líder debe adaptar su estilo a las exigencias de la situación y de las personas de su equipo.
Con base en ese análisis, se implementará uno de los cuatro estilos de liderazgo: contar, entrenar, participar o delegar. Cada uno de estos cuatro estilos varía en términos de su orientación hacia la tarea o hacia las personas.
Por ejemplo, si la tarea es simple y rutinaria, el líder debe usar el estilo narrativo, que es muy directivo y menos preocupado por las sensaciones del equipo. los estilo de entrenamiento debe usarse cuando el equipo carece de habilidades y está motivado, pero necesita instrucción sobre cómo desempeñarse.
los estilo participativo es útil cuando el equipo es competente pero puede necesitar algo de confianza. delegar es el mejor estilo para un equipo motivado y competente que necesita muy poca dirección o supervisión.
14. La teoría del gran hombre
Cuando los académicos comenzaron a estudiar el liderazgo en el siglo XIX, la mayoría de los ejemplos eran de hombres. Fueron grandes líderes militares o en cargos políticos, o ambos. La sociedad no era tan ilustrada en ese entonces como lo es hoy, por lo que considerar solo un género no parecía inapropiado o sexista en lo más mínimo.
Hay muchos rasgos de liderazgo comunes que se pueden ver fácilmente entre estos grandes líderes. Eran confiados, carismáticos, decisivos, decididos y altamente motivados. También eran bastante hábiles para resolver problemas y tomar medidas de manera rápida y eficiente. Cada uno de ellos parecía poseer un gran sentido de la calma y la compostura. Incluso cuando una situación parecía al borde del desastre, mantuvieron la concentración y no entraron en pánico ni mostraron ansiedad.
Todos estos atributos inspiraron a sus seguidores e inculcaron un gran sentido de confianza en la capacidad del líder para vencer y prevalecer. De ahí nació la teoría del “gran hombre”.
Conclusión
Hay multitud de estilos de liderazgo. Algunos son adecuados para empresas que necesitan estabilidad y rutina porque operan en una industria que ha sido de larga data e insensible a cambios drásticos. Otras empresas requieren un estilo de liderazgo que sea altamente adaptable y que pueda cambiar con el tiempo, ya que los parámetros externos cambian rápidamente y sin previo aviso.
Los estilos de liderazgo varían en sus prioridades. Algunos están orientados a los resultados y centrados en cumplir los plazos. Otros estilos están más orientados a las personas y buscan ayudar a los miembros de su equipo a alcanzar su máximo potencial y sus sueños.
Cada estilo tiene un efecto diferente en los empleados. Algunos fomentan la creatividad, la alta satisfacción laboral y la lealtad a la empresa. Mientras que otros producen empleados que carecen de motivación y se sienten infravalorados y despreciados. Otros estilos de liderazgo funcionan bien con empleados altamente motivados que prosperan con los desafíos en entornos de alta presión y alto riesgo.
Lo ideal es encontrar una coincidencia entre el estilo de liderazgo, los parámetros de la tarea y los perfiles de los trabajadores.
Referencias
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