50 ejemplos de habilidades motoras gruesas
Las habilidades motoras gruesas son las habilidades que desarrollamos para coordinar y controlar nuestros grandes grupos de músculos, especialmente en las extremidades. Nos permiten lograr movimiento, equilibrio y coordinación.
Las habilidades motoras gruesas a menudo se contrastan con las habilidades motoras finas:
- motricidad gruesa: control sobre nuestros grandes grupos musculares para movimientos que requieren fuerza y velocidad.
- Buen motor: control sobre nuestros grupos musculares más pequeños para movimientos que requieren destreza y precisión.
Los investigadores de la primera infancia encuentran que las habilidades motoras gruesas tienden a desarrollarse antes que las habilidades motoras finas en un proceso llamado desarrollo proximodistal. Debajo de la sección de ejemplos de este artículo, presentaré una línea de tiempo del desarrollo normal de las habilidades motoras gruesas que vale la pena revisar.
Definición de habilidades motoras gruesas
Las habilidades motoras gruesas se refieren a las habilidades requeridas para controlar y coordinar los grandes grupos de músculos del cuerpo, particularmente los de los brazos y las piernas.
Según Singleton y Shulman (2013):
“Las habilidades motoras gruesas se refieren a movimientos que involucran músculos grandes, como los músculos del tronco que se usan para sentarse erguido y los músculos de las piernas que se usan para caminar”.
Estas habilidades juegan un papel importante en el desarrollo físico de un niño, particularmente cuando se trata de la capacidad de moverse de forma independiente y, más tarde, participar en deportes.
Las habilidades motoras gruesas son fundamentales para actividades como caminar, correr, saltar y trepar, pero también son cruciales para las tareas diarias de automantenimiento como vestirse, comer y usar el baño.
Las habilidades motoras gruesas de un niño generalmente se desarrollan de manera secuencial, desde movimientos simples como darse la vuelta y sentarse hasta movimientos más complejos como correr y saltar.
Ejemplos de habilidades motoras gruesas
- Caminando: Caminar requiere el uso de músculos grandes en las piernas, junto con los músculos centrales para la estabilidad. Tenga en cuenta que no se basa principalmente en los músculos más pequeños de las manos y los pies, sino en los músculos más grandes de las piernas para lograr el movimiento. El acto de caminar requiere el cambio de peso del cuerpo, el mantenimiento del equilibrio en todo el cuerpo y el movimiento controlado de todo el cuerpo. Esta habilidad se desarrolla típicamente durante la infancia (a partir de aproximadamente 1 año de edad) y se refina con el tiempo, volviéndose más fluida y coordinada con la práctica.
- Saltando: Saltar puede considerarse una habilidad motora gruesa porque activa los músculos más grandes de las piernas para lograr un movimiento de empuje, en lugar de un movimiento que requiere destreza fina. Activaba una extensión rápida y contundente de las piernas. Esta acción surge una vez que el niño ha desarrollado suficiente fuerza en los músculos de la parte inferior del cuerpo, especialmente en los muslos y las pantorrillas. Al igual que caminar, también requiere el dominio del equilibrio corporal y la coordinación de las piernas para empujar hacia arriba y aterrizar con seguridad.
- Lanzamiento: Lanzar es una habilidad motora gruesa más avanzada. Requiere el movimiento coordinado de grupos de músculos más grandes en los brazos, el cuerpo e incluso las piernas para impulsar un objeto hacia adelante. Requiere una combinación de fuerza, precisión y sincronización. La complejidad de esta habilidad se demuestra en el hecho de que incluso en la edad adulta, los lanzadores de béisbol profesionales pueden lanzar a diferentes velocidades y niveles de habilidad. La habilidad de lanzar suele desarrollarse por etapas. Comienza con un simple movimiento de empuje en la primera infancia. A medida que los niños practican y desarrollan la memoria muscular, esto avanza hacia los lanzamientos por encima y por debajo de la mano y, finalmente, a estilos de lanzamiento especializados para deportes como la jabalina, el lanzamiento de bala, el béisbol y el fútbol.
- Escalada: Escalar implica usar los brazos y las piernas para tirar del cuerpo hacia arriba. Puede ser tan simple como que un niño aprenda a subirse a un sofá o tan complejo como escalar una roca por una superficie vertical o casi vertical. Esta habilidad motora gruesa requiere fuerza, coordinación y un buen sentido del equilibrio. Curiosamente, esto todavía necesita combinarse con las habilidades motoras finas de los dedos para lograr un excelente agarre para evitar caídas y ganar palanca.
- Correr: Correr siempre ocurre después de caminar y representa un movimiento de empuje y equilibrio más complejo en el que las piernas del niño empujan el cuerpo completamente fuera del suelo entre zancadas, logrando un movimiento más rápido. Esta habilidad motora gruesa involucra los músculos grandes de las piernas y el núcleo para la propulsión y la estabilidad. Requiere un mayor grado de coordinación, fuerza, resistencia y equilibrio que caminar.
- gateando: Gatear es una habilidad motora gruesa temprana que se desarrolla después de rodar y sentarse erguido, pero antes de caminar. Representa la primera motricidad gruesa que permite a los niños una capacidad significativa para moverse por su entorno. Esta habilidad involucra grandes grupos de músculos, particularmente en los brazos, las piernas y el tronco, y tiende a emerger solo una vez que el niño ha desarrollado suficiente fuerza en estos músculos. El proceso en sí mismo también ayuda a desarrollar la fuerza y la coordinación necesarias que facilitarán la progresión a la marcha unos meses después de que se haya logrado gatear.
- Saltando: Saltar se refiere a la acción de saltar con un solo pie y aterrizar en el mismo pie. Es una habilidad motora gruesa más compleja que se desarrolla después de habilidades básicas como caminar y correr. Esta habilidad requiere un buen sentido del equilibrio, fuerza en los músculos de la parte inferior del cuerpo y coordinación. Luego, esto puede progresar a saltar con una cuerda de esquí, donde el salto o el salto deben coordinarse con el giro de una cuerda y lograr el tiempo y el ritmo.
- Atrapando: Atrapar es una habilidad que consiste en interceptar y controlar un objeto, generalmente con las manos. Esta habilidad motora gruesa requiere una buena coordinación mano-ojo, sincronización y conciencia espacial. Comienza cuando un niño es capaz de atrapar una pelota que se mueve lentamente contra su cuerpo, progresando gradualmente hasta atraparla solo con las manos. Atrapar es una habilidad fundamental para muchos juegos de pelota y deportes.
- Montando una bicicleta: Andar en bicicleta es una habilidad motora gruesa compleja que requiere un alto grado de equilibrio, coordinación y fuerza. Implica la coordinación simultánea de la dirección con las manos y la propulsión con los pies. Esta habilidad a menudo se desarrolla en la primera infancia y sirve como una forma divertida para que los niños participen en la actividad física, al mismo tiempo que mejora sus habilidades espaciales y de navegación. Andar en bicicleta también ayuda a desarrollar la fuerza y la resistencia de la parte inferior del cuerpo.
- Nadar: La natación consiste en impulsar el cuerpo a través del agua mediante movimientos coordinados de brazos y piernas. Esta habilidad motora gruesa requiere fuerza, resistencia, coordinación y control de la respiración. Diferentes brazadas de natación pueden refinar aún más el control motor grueso, la conciencia espacial y el tiempo. La natación no solo sirve como una habilidad vital para la vida, sino que también proporciona un entrenamiento integral para todo el cuerpo.
Lista adicional de habilidades motoras gruesas
- Pateando una pelota
- Baile
- volteretas
- Rodando (como en un salto mortal)
- Salto a la comba
- haciendo una parada de manos
- Patinaje
- Equilibrio en un pie
- Usando un trampolín
- Remando (como en un kayak o canoa)
- Subiendo una escalera
- Empujar un carro de juguete o un carrito de compras
- Columpiándose en un columpio
- Galopando
- Golpear una pelota con un bate
- Esquiar
- andar en scooter
- Deslizarse por un tobogán
- cayendo
- Extensión
- haciendo saltos
- Lanzar un Frisbee
- Levantar objetos pesados
- Colgando de una barra de mono
- Caminar de puntillas
- saltar la cuerda
- haciendo una flexión
- Buceo
- Remo
- Boxeo
- Arrastrándose por un túnel
- Llevar una mochila pesada
- Patinaje sobre hielo
- Saltando en un pogo stick
- caminar hacia atrás
- Correr una carrera de obstáculos
- jugando a la rayuela
- Lanzamiento de jabalina o disco
- Caminar sobre una barra de equilibrio
- Volear una pelota sobre una red.
Habilidades motoras finas vs Habilidades motoras gruesas
Las habilidades motoras gruesas y finas representan dos aspectos centrales del desarrollo físico de un niño.
El primero, las habilidades motoras gruesas, se relaciona con la activación de grupos musculares considerables, que facilitan el movimiento y el control corporal, como: el equilibrio, correr y saltar (Beach, Perreault, Brian & Collier, 2023; Ghassabian et al., 2016). Estas habilidades son indispensables para realizar las tareas del día a día, como subir escaleras y moverse.
Por el contrario, las habilidades motoras finas requieren el control y la coordinación matizados de los músculos más pequeños de los dedos, las manos y la cara. Las competencias motoras finas se destacan cuando realizamos tareas que requieren precisión, como escribir, abrochar botones en la ropa y usar palillos chinos.
El teórico del desarrollo Arnold Gesell postuló que la progresión de las habilidades motoras se desarrolla de una manera definida. secuencia, comenzando con el control de la motricidad gruesa y luego procediendo al control de la motricidad fina. Llamó a esto desarrollo proximodistal (Adolph & Robinson, 2015).
La premisa fundamental de la teoría de Gesell es que los niños logran el dominio de sus músculos grandes, que constituyen las habilidades motoras gruesas, inicialmente, antes de adquirir competencia en tareas que exigen un mayor grado de precisión.
Sin embargo, estas categorías de habilidades motoras no son mutuamente excluyentes. A menudo, estas habilidades evolucionan en conjunto (Haywood & Getchell, 2021; Payne & Isaacs, 2017).
Por lo tanto, los padres, cuidadores y educadores deben alentar las actividades de juego que estimulen el desarrollo de las habilidades motoras finas y gruesas al mismo tiempo.
Habilidades motoras gruesas | Las habilidades motoras finas | |
---|---|---|
músculos utilizados | Grandes grupos de músculos, especialmente en los brazos, piernas y tronco. | Músculos pequeños, particularmente en las manos y los dedos. |
Habilidades clave | Caminar, saltar, correr, gatear. | Escribir, abotonar, cortar con tijeras. |
Función | Permite el movimiento y la navegación por el entorno. | Permite tareas de precisión y manipulación de objetos pequeños. |
Ejemplos | Escalar, lanzar, nadar, saltar. | Comer con utensilios, atarse los cordones de los zapatos, dibujar y hacer manualidades. |
Teorías del desarrollo de habilidades motoras
Los expertos en desarrollo tienen diferentes puntos de vista sobre cómo surgen los hitos de las habilidades motoras en los niños.
1. Perspectiva de maduración
Algunos teóricos postulan que el desarrollo motor sigue una secuencia predecible que es consistente entre todos los niños, guiada esencialmente por factores biológicos innatos (Beach, Perreault, Brian & Collier, 2023; Goodway, Ozmun & Gallahue, 2019).
Esta perspectiva, a menudo denominada perspectiva de maduración, sugiere que los niños de todo el mundo alcanzarían hitos de motricidad gruesa como rodar, sentarse, gatear y caminar a la misma edad, independientemente de su crianza o entorno.
2. Perspectiva de sistemas dinámicos
Por el contrario, los teóricos de los sistemas dinámicos argumentan que el desarrollo motor es una interacción compleja de múltiples factores, incluidos elementos individuales, de tareas y ambientales (Payne e Isaacs, 2017).
Desde esta perspectiva, el momento exacto de los hitos motores podría variar significativamente entre los niños según sus características físicas únicas, su motivación y el entorno físico y social al que están expuestos.
3. Enfoque integrador
Investigaciones recientes respaldan un enfoque más integrador, reconociendo el papel de los procesos de desarrollo intrínsecos y las influencias externas en la configuración del desarrollo motor (Adolph & Robinson, 2015).
el enfoque integrador sostiene que el desarrollo está influido por la maduración fisiológica y neurológica intrínseca del niño, pero también de manera significativa por factores externos, como el entorno físico, las prácticas culturales y las oportunidades de exploración y práctica. Este enfoque postula que las habilidades motoras emergen cuando el niño interactúa dinámicamente con su entorno y aprovecha las oportunidades para experimentar con el movimiento.
Así es como funciona el enfoque integrador con algunos de estos factores:
- Características individuales: Estos incluyen la composición genética del niño, la tasa de maduración, la motivación y el temperamento. Por ejemplo, el tamaño físico y la fuerza de un niño pueden influir en cuándo y cómo emergen ciertas habilidades motoras gruesas, como caminar o lanzar (Goodway, Ozmun & Gallahue, 2019).
- Demandas de la tarea: Los requisitos específicos de una tarea motora pueden afectar cómo y cuándo un niño la domina. Por ejemplo, la habilidad de agarre será diferente al recoger una pequeña piedra en comparación con una pelota grande (Ghassabian et al., 2016).
- Contexto ambiental: Tanto el entorno físico como el social juegan un papel. Es probable que un niño que crece con suficiente espacio para correr y trepar desarrolle ciertas habilidades motoras gruesas más rápido que un niño sin tales oportunidades. De manera similar, las prácticas culturales y el estímulo de los padres pueden afectar cuándo y cómo los niños alcanzan ciertos hitos motores (Beach, Perreault, Brian & Collier, 2023).
- Períodos no lineales de adquisición rápida: El enfoque integrador reconoce que el desarrollo motor no siempre es una progresión lenta y constante. A veces, los niños pueden dar saltos repentinos en la adquisición de habilidades, a menudo después de períodos de exploración y práctica (Goodway, Ozmun & Gallahue, 2019).
Hitos de habilidades motoras gruesas para niños
Anteriormente, exploré el concepto de que los hitos de las habilidades motoras gruesas deben verse con cierto grado de escepticismo: varios factores sociales, individuales, culturales y ambientales afectan el desarrollo físico de los niños.
Sin embargo, a los profesionales a menudo les gusta ver que las habilidades motoras gruesas se desarrollen dentro de un rango para mantenerse alerta y asegurarse de que los niños reciban una atención óptima (Beach, Perreault, Brian & Collier, 2023).
Por lo tanto, si bien existe una secuencia general en la que generalmente se desarrollan estas habilidades, que se describe a continuación, es importante recordar que cada niño es único y pueden ocurrir variaciones.
- 0-6 meses: En estos primeros meses, los bebés avanzan significativamente en el desarrollo de sus habilidades motoras gruesas. Comienzan ganando control sobre los músculos de la cabeza y el cuello y, por lo general, pueden levantar la cabeza mientras están boca abajo. A medida que mejora el control del cuello, aprenden a girar la cabeza hacia los sonidos y movimientos. A los 6 meses, la mayoría de los bebés comienzan a darse la vuelta, inicialmente desde el estómago hacia la espalda. También trabajan en el fortalecimiento de los músculos de los brazos, las piernas y el tronco, lo que sienta las bases para el próximo hito significativo de la motricidad gruesa: sentarse (Berk, 2015).
- 6-12 meses: Esta etapa implica un gran avance. Los bebés comienzan a sentarse sin apoyo, soportando el peso sobre sus manos mientras están boca abajo, lo que les abre el camino para gatear (Kehily, 2015). Pueden pasar de estar sentados a estar a cuatro patas y pueden pivotar y moverse en diferentes direcciones. También comienzan a ponerse de pie usando muebles como apoyo. Muchos bebés dan sus primeros pasos alrededor de su primer cumpleaños, aunque algunos pueden necesitar algunos meses más.
- 1-2 años: Los niños pequeños ahora caminan de forma independiente y constante (Berk, 2015). Empiezan a correr, aunque a menudo pueden caerse por falta de equilibrio y coordinación. También pueden subir escaleras con ayuda, inicialmente usando un enfoque de dos pies por escalón, agarrándose de la barandilla o de la mano de un adulto. Las actividades de juego, como lanzar y patear una pelota, ayudan a refinar sus habilidades motoras gruesas durante este período.
- 2-3 años: Los niños a esta edad se vuelven más hábiles para correr y comienzan a saltar en el lugar. Su equilibrio mejora significativamente, permitiéndoles pararse de puntillas e incluso brevemente sobre un pie (Berk, 2015). Pueden patear una pelota con más fuerza y pueden lanzar una pelota por encima de la cabeza. Las habilidades para trepar mejoran y ahora pueden subir y bajar escaleras colocando un pie en cada escalón.
- 3-4 años: Los niños ahora pueden pararse sobre un pie durante unos segundos y saltar (Berk, 2015; Kehily, 2015). Están mejorando en atrapar una pelota que rebota la mayor parte del tiempo. Andar en triciclo se convierte en una actividad placentera, que contribuye a su coordinación y fuerza. También comienzan a exhibir habilidades motoras gruesas más complejas, como dar un salto mortal.
- 4-5 años: En esta etapa, pueden saltar sobre un pie, atrapar una pelota pequeña con las manos y trepar bien (Berk, 2015). Su equilibrio y agilidad les permiten caminar hacia atrás de punta a punta y realizar una caminata de talón a punta a lo largo de una línea recta. Saltar, aunque sigue siendo un desafío, comienza a surgir. Algunos niños pueden comenzar a aprender a nadar o andar en bicicleta (Kehily, 2015).
- 5-6 años: Los niños ahora pueden saltar, dar un salto mortal y aprender a andar en bicicleta (Kehily, 2015). También pueden columpiarse y treparse en el equipo del patio de recreo con una asistencia mínima. Su velocidad de carrera y agilidad mejoran, lo que les permite participar más activamente en juegos y deportes.
Estos hitos dan una idea general del desarrollo de la motricidad gruesa en los niños. Sin embargo, si hay inquietudes sobre el desarrollo motor de un niño, siempre es mejor consultar con un proveedor de atención médica o un fisioterapeuta.
Conclusión
El desarrollo motor grueso parece ocurrir dentro de un rango general, pero no universalmente de la misma manera para todos los niños. Un enfoque integrador del desarrollo motor explica por qué: las diferencias individuales, las demandas de tareas y los contextos ambientales juegan un papel importante en la determinación de cuándo un niño desarrollará habilidades motoras gruesas. Sin embargo, como lo demuestra la teoría del desarrollo proximodistal, parece que, en promedio, las habilidades motoras gruesas tienden a emerger más rápido que las habilidades motoras finas. Ejemplos de habilidades motoras gruesas incluyen gatear, caminar, correr, andar en bicicleta y saltar.
Referencias
Adolfo, KE y Robinson, SR (2015). Desarrollo motor. En RM Lerner (Ed.), manual de psicología infantil y ciencia del desarrollo (7ª ed., Vol. 2, págs. 114-157). Nueva York: Wiley.
Beach, PS, Perreault, M., Brian, A. y Collier, DH (2023). Aprendizaje y desarrollo motor. Cinética Humana.
Berk, L. (2015). Desarrollo infantil. Sídney: Pearson Higher Education.
Ghassabian, A., Sundaram, R., Bell, E., Bello, SC, Kus, C. y Yeung, E. (2016). Hitos de la motricidad gruesa y desarrollo posterior. Pediatría, 138(1).
Goodway, JD, Ozmun, JC y Gallahue, DL (2019). Comprender el desarrollo motor: bebés, niños, adolescentes, adultos. Aprendizaje de Jones y Bartlett.
Haywood, KM y Getchell, N. (2021). Desarrollo motor a lo largo de la vida. cinética humana.
Kehily, MJ (2015). Introducción a los Estudios de la Infancia. Londres: Educación McGraw-Hill.
Payne, VG e Isaacs, LD (2017). Desarrollo motor humano: un enfoque de por vida. Routledge..
Singleton, NC y Shulman, BB (2013). Desarrollo del lenguaje: fundamentos, procesos y aplicaciones clínicas. Los Ángeles: Jones & Bartlett Publishers.
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