Comportamiento observable: 10 ejemplos y definición (psicología)
Los comportamientos observables son acciones que se pueden ver a simple vista. A veces se los denomina comportamientos manifiestos.
La distinción entre comportamiento observable e inobservable es importante en la orientación teórica del conductismo.
Mientras que los teóricos del condicionamiento operante solo consideraban que los comportamientos observables y medibles eran dignos de estudio, otros teóricos sostenían que nuestros pensamientos internos y actos encubiertos también son consideraciones importantes en psicología.
Definición y descripción general de los comportamientos observables
Los defensores del conductismo, en particular John Watson y BF Skinner, creían que para que la psicología fuera una ciencia respetada, solo debería preocuparse por lo que se puede ver y medir.
Rechazaron las referencias a pensamientos y sentimientos internos (es decir, procesos cognitivos) porque no era posible medir esos constructos.
Como Watson (1913) lo expresó tan directamente,
“La psicología, como la ve el conductista, es una rama puramente objetiva y experimental de las ciencias naturales que necesita tan poca introspección como las ciencias de la química y la física” (p. 176).
Esto estaba en contraste directo con el énfasis de Freud en el subconsciente y las nociones de un id, ego y superego, y más tarde, las ideas de Bandura sobre aprendizaje mediante la observación.
Ejemplos de comportamiento observable
- Prensado de barras en la caja de Skinner: Cuando una rata presiona una barra, se puede ver claramente. Además, la tasa de presión de la barra se puede contar y medir durante períodos de tiempo específicos.
- Salivación en respuesta a la comida: Cuando se le presenta comida, el sistema digestivo de un animal segregará jugos salivales que se pueden recolectar y medir. (Ver también: La Respuesta Pavloviana)
- Correr: Correr es un comportamiento observable que puede medirse en unidades de segundos o minutos desde el punto A hasta el punto B. Por lo tanto, correr puede observarse como la respuesta medible en una situación de lucha o huida.
- Un estudiante levantando la mano: Los conductistas describirían a un estudiante que levanta la mano como un gesto físico y no incluirían referencias a estados internos como "mostrar interés" o "estar ansioso".
- Interacción social: Cuando dos personas están hablando, se puede medir en términos de número de palabras pronunciadas, velocidad y sincronía. Desde una perspectiva conductista, no es necesario incluir referencias a estados mentales como metas o intenciones.
- Saludar a los demás con una sonrisa: Un gesto amistoso como sonreír se puede medir en términos de duración y frecuencia de ocurrencia. Sin embargo, no hay necesidad de inferir estados emocionales como alegría o felicidad.
- Tratamiento de adicciones: Cuando un conductista trata a alguien con un problema de abuso de sustancias, no explora conflictos internos, sino que se enfoca en situaciones que conducen al consumo.
- Prestar atención durante las reuniones: Acciones como mirar el teléfono o pedir que se repitan las preguntas son ejemplos de comportamientos observables. Sin embargo, las referencias a estados internos como la falta de motivación o interés no lo son.
- Un estudiante que es disruptivo: El comportamiento disruptivo debe definirse en términos de actos observables, como hablar fuera de turno, empujar a un compañero de clase o arrojar objetos. Todo esto se puede ver y medir.
- Comportamiento dentro y fuera de la tarea: En lugar de usar términos como "mostrar interés" o "estar distraído", los maestros a menudo usan términos que describen comportamientos directamente observables como: "tomar notas" (en la tarea) o "jugar con su bolígrafo" (fuera de la tarea).
Comportamiento observable en la terapia conductual cognitiva
La psicología cognitiva se ocupa directamente del estudio de los procesos mentales internos. Además, muchos psicólogos clínicos practican la Terapia Cognitiva Conductual (TCC), que ve las cogniciones como la base de varias disfunciones psicológicas.
Como afirma Beck (1995),
“En pocas palabras, el modelo cognitivo propone que el pensamiento distorsionado o disfuncional (que influye en el estado de ánimo y el comportamiento del paciente) es común a todos los trastornos psicológicos” (p. 1).
Desafortunadamente, un desafío significativo para el estudio de las cogniciones es la medición precisa (Hurlburt et al., 2002).
Los investigadores han identificado dos técnicas para superar este desafío: métodos de pensamiento en voz alta y muestreo de experiencia descriptivo (DES).
El método de pensar en voz alta implica pedirle al participante en estudio que participe en una actividad y narre sus pensamientos a medida que ocurren.
DES es un poco más complicado. Un localizador envía señales aleatorias al participante para que anote de inmediato lo que está sucediendo en ese momento y sus pensamientos asociados.
Luego, el investigador o el terapeuta tienen una discusión con el participante, de la cual se extraen las características clave y se utilizan para estudios posteriores.
Ambas técnicas ofrecen oportunidades para estudiar los procesos mentales como fenómenos observables y, por lo tanto, sujetos a estudio científico.
Estudios de caso
1. Medición del apego emocional
El vínculo de apego entre madre e hijo ha sido estudiado durante más de 50 años (Ainsworth, 1967). La investigación inicial, realizada por Mary Ainsworth, involucró la observación de las interacciones entre madre e hijo en Uganda. Más tarde, Ainsworth desarrolló un procedimiento de evaluación estructurado llamado Prueba de situaciones extrañas.
La prueba consta de 8 situaciones, cada una con una duración aproximada de 3 minutos, que provocan un estrés leve en el bebé.
Los observadores altamente capacitados están estacionados detrás de un espejo de dos vías y han sido entrenados para hacer observaciones del comportamiento del bebé en cada situación.
Según las acciones del bebé, se puede determinar su vínculo emocional con el padre. Hay un total de 4 estilos de apego: seguro, inseguro-evitativo, inseguro-resistente y desorganizado.
La prueba de situaciones extrañas es un excelente ejemplo de cómo se utiliza el comportamiento observado para inferir estados emocionales internos.
2. Medir las emociones a través de las expresiones faciales
Los primeros conductistas preferían evitar discutir las emociones porque se refieren a estados internos que no se pueden observar. Sin embargo, la investigación moderna ha demostrado que las expresiones faciales observables pueden medirse e indicar estados internos.
El Dr. Paul Ekman es una de las figuras más destacadas en el estudio de las expresiones faciales.
Su primera investigación consistió en viajar a Papúa Nueva Guinea para estudiar las expresiones faciales de una tribu que casi no tenía contacto con el mundo moderno.
Al describir varias situaciones (a través de un traductor), notó que las expresiones faciales mostradas eran asombrosamente similares a las de Occidente.
Tomó fotos de esas expresiones y descubrió que sus colegas eran bastante precisos al identificar correctamente esas emociones. De hecho, eran notablemente similares a las expresiones faciales que mostraban los participantes en sus estudios en California.
En los años transcurridos desde entonces, el estudio de las expresiones faciales observadas se ha convertido tanto en una ciencia como en una habilidad practicada por los organismos encargados de hacer cumplir la ley, como el FBI.
3. Técnicas de Neuroimagen
En un ejemplo perfecto de cómo la tecnología ha cambiado la ciencia de la psicología, la aparición de técnicas de neuroimagen ha permitido a los investigadores ver pensamientos y sentimientos (definidos vagamente).
Los investigadores pueden usar una resonancia magnética funcional para identificar las áreas del cerebro involucradas en varios procesos cognitivos, como leer o planificar con anticipación.
Como otro ejemplo, cuando una persona está tratando de resolver un rompecabezas, ciertas áreas del cerebro se activan.
En términos de sentimientos y emociones, cuando una persona siente ira o miedo intensos, otra área del cerebro se ilumina.
Incluso diferentes estados de conciencia, como estar dormido o despierto, se pueden medir en tiempo real.
Uno no puede dejar de preguntarse qué dirían hoy Watson y Skinner sobre la observabilidad de los estados mentales.
4. Evaluación del comportamiento funcional (FBA) del comportamiento disruptivo observable
La evaluación del comportamiento funcional (FBA, por sus siglas en inglés) consiste en recopilar información sobre el comportamiento de un estudiante. La información sobre los antecedentes de la conducta y los factores que fomentan esa conducta se utilizan luego para desarrollar un programa de apoyo a la conducta positiva.
Un programa que aborde la por qué de la conducta son más efectivos que aquellos que solo intentan modificar la conducta.
Este video demuestra cómo se puede llevar a cabo una FBA en un salón de clases.
El profesor da una instrucción a la clase y un alumno no la cumple.
Luego, el maestro usa un formulario FBA para escribir notas sobre lo que hizo el estudiante (comportamiento), lo que ocurrió justo antes de que el estudiante se comportara mal (antecedente) y lo que sucedió como resultado de la mala conducta del estudiante (consecuencia).
Estas notas sobre los comportamientos observables se utilizan luego para inferir los motivos del estudiante, es decir, qué función cumple el mal comportamiento.
Como especula el narrador, hay dos funciones: escapar de la tarea y buscar atención.
Este análisis informa el diseño de una intervención que se centrará en la función de ese comportamiento.
Conclusión
El comportamiento observable se refiere a las acciones de un individuo que se pueden ver y medir.
A medida que el campo de la psicología se ha convertido en una disciplina científica en los últimos 100 años, ha habido un progreso constante en las técnicas de medición.
Lo que alguna vez fueron fenómenos considerados inobservables y, por lo tanto, inmedibles, como los procesos cognitivos y los estados emocionales, hoy pueden medirse con diversos grados de precisión.
Las técnicas de neuroimagen permiten la medición precisa del pensamiento y el sentimiento en el cerebro, a menudo en tiempo real.
Otras estrategias son menos precisas, pero igualmente valiosas. Por ejemplo, la identificación de estados emocionales mediante la observación de cambios en las expresiones faciales es útil para la aplicación de la ley.
Evaluar los vínculos emocionales mediante la observación de acciones en situaciones estructuradas ha llevado a una mayor comprensión del desarrollo social y de la personalidad.
La inclusión de construcciones psicológicas relacionadas con procesos internos previamente rechazadas ha ayudado a avanzar en nuestra comprensión del comportamiento humano. No hay duda de que esta trayectoria continuará y pagará dividendos significativos en el camino.
Referencias
Ainsworth, MDS (1967). Infancia en Uganda. Baltimore: Prensa de la Universidad Johns Hopkins.
Ainsworth, MDS, Blehar, M., Waters, E. y Wall, S. (1978). Patrones de apego: un estudio psicológico de la situación extraña. Hillsdale: Erlbaum.
Beck, JS (1995). Terapia cognitiva: conceptos básicos y más allá. Nueva York: Guilford Press
Hurlburt, RT, Koch, M. y Heavey, CL (2002). El muestreo de experiencia descriptivo demuestra la conexión del pensamiento con el comportamiento observable externamente. Terapia Cognitiva e Investigación, 26117-134.
Moore, J. (1999). Los principios básicos del conductismo. El legado filosófico del conductismo41-68.
Skinner, BF (2011). Sobre el conductismo. Nueva York: Vendimia.
Watson, JB (1913). La psicología como el conductista ve. Revisión psicológica, 20(2), 158-177.
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