Masculinidad vs Feminidad: Similitudes y Diferencias

La distinción entre masculinidad y feminidad se refiere principalmente a las expectativas sociales, los comportamientos y los roles sociales típicamente asociados con hombres y mujeres.

Las diferencias se relacionan con comprensiones sociales y culturales sobre los comportamientos y roles sociales de estos dos géneros, mientras que las categorías de 'masculino' y 'femenino' se relacionan con la comprensión biológica de sexos biológicos.

Para una breve introducción, estas son las dos identidades de género binarias:

  • Feminidad típicamente encarna rasgos relacionados con la crianza, la expresión emocional y la colaboración (Basow, 1992). Por ejemplo, a menudo se espera que las mujeres muestren más emociones, se comuniquen de manera efectiva y no agresiva, y prioricen las relaciones enriquecedoras sobre el comportamiento asertivo. Piense en un personaje típico de una película que está cuidando a sus hijos (p. ej., el personaje de la Sra. Doubtfire) o en una mujer que lidera un equipo a través de la resolución de conflictos en lugar del dominio.
  • Masculinidad tiende a alinearse con rasgos como la asertividad, la independencia y el dominio (Connell & Messerschmidt, 2015). A menudo se alienta a los hombres a suprimir las emociones, luchar por la independencia y mostrar asertividad o incluso agresividad. Un ejemplo del mundo real podría ser un héroe de acción de Hollywood, físicamente fuerte y emocionalmente cauteloso (p. ej., James Bond).

Como estos descriptores son descripciones culturales de comportamientos esperados, no están estrictamente conectados con los géneros. Por ejemplo, muchas mujeres pueden exhibir, y lo hacen, rasgos masculinos en mayor o menor medida. Como tales, estos rasgos se consideran socialmente construidos, y una extensa investigación destaca el espectro de comportamientos masculinos y femeninos en lugar de categorías rígidamente dicotómicas.

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    Masculinidad vs Feminidad

    Masculinidad

    La masculinidad se refiere a las cualidades, características o roles asociados convencionalmente a los hombres (Kimmel & Aronson, 2011).

    Tradicionalmente, muchas sociedades valoran rasgos como la fuerza, la agresividad y la independencia en los hombres. Estos son a menudo internalizados por los niños a través de los medios y las expectativas de los padres en un proceso llamado socialización de género.

    La masculinidad no se limita a los hombres, ya que las mujeres pueden exhibir, ya menudo lo hacen, rasgos masculinos.

    Los teóricos del género también han explorado el concepto de “masculinidad hegemónica” (Connell & Messerschmidt, 2015), que se refiere a una configuración particular de la práctica que legitima la posición dominante de los hombres en la sociedad y justifica la subordinación de las mujeres y otras formas marginadas de ser hombre.

    Un ejemplo que demuestra esto se puede ver en la mayoría de las películas de superhéroes como "Superman", donde el personaje principal masculino se representa como físicamente dominante, emocionalmente distante y rescata a los que están en problemas.

    Ver también: Definición y ejemplos de masculinidad tóxica

    Sin embargo, es vital no simplificar demasiado o estereotipar estos rasgos.

    Las perspectivas modernas de la masculinidad enfatizan la pluralidad, la interseccionalidad y la dinámica fluida (Bridges & Pascoe, 2014). La pluralidad sugiere que hay muchas formas de expresar la masculinidad, no solo un estereotipo rígido.

    Por ejemplo, considere la tendencia de los padres que se quedan en casa, que refleja una expresión válida de masculinidad contraria a la norma social. La interseccionalidad discute cómo diferentes factores como la raza, la clase, la edad o la orientación sexual interactúan con la masculinidad, lo que resulta en experiencias variadas de la misma.

    La naturaleza fluida de la masculinidad subraya que puede cambiar dentro de un individuo con el tiempo debido a numerosos factores, incluido el crecimiento personal o los cambios culturales.

    Ejemplos de masculinidad

    Los siguientes son rasgos tradicionalmente asociados con la masculinidad hegemónica. Tenga en cuenta que estos son estereotipos generalizados, tradicionales y, a menudo, obsoletos, y no se aplican necesariamente a todas las personas.

    1. Fuerza física: Los hombres a menudo son juzgados por sus capacidades físicas, como su fuerza, resistencia y destreza atlética (Bridges & Pascoe, 2014). Un ejemplo serían los atletas profesionales como Usain Bolt, que son reconocidos por sus habilidades físicas.
    2. Control Emocional: Por lo general, se alienta a los hombres a reprimir sus emociones como un signo de fortaleza (Kimmel & Aronson, 2011). Considere la frase “los hombres de verdad no lloran”, que desalienta la vulnerabilidad emocional.
    3. Destrezas sexuales: La atracción exitosa de parejas sexuales puede verse como una medida de masculinidad (Connell & Messerschmidt, 2015). Por ejemplo, personajes ficticios como James Bond son retratados como abrumadoramente atractivos para las mujeres.
    4. Competitividad: A menudo, la masculinidad se asocia con la necesidad de competir y ganar (Bridges & Pascoe, 2014). Los líderes corporativos como Elon Musk y su competencia con otros multimillonarios en la industria espacial ejemplifican esto.
    5. Dominio: Ejercer control en situaciones sociales a menudo se considera un rasgo masculino (Kimmel & Aronson, 2011). Esto se puede ver en los líderes de equipo, como los capitanes de fútbol, ​​que dirigen y guían a su equipo.
    6. Estoicismo: Preservar la compostura ante la adversidad se considera una virtud masculina (Connell & Messerschmidt, 2015). Por ejemplo, los bomberos mantienen la calma en situaciones peligrosas.
    7. Independencia financiera: La masculinidad a menudo se asocia con el poder adquisitivo y la independencia económica (Bridges & Pascoe, 2014). Empresarios exitosos como Warren Buffett ejemplifican este rasgo.
    8. Autoridad: Los hombres que ejercen la autoridad, ya sea en el hogar o en el trabajo, suelen ser vistos como la personificación de la masculinidad (Kimmel & Aronson, 2011). Los líderes mundiales históricos, como Winston Churchill, pueden servir como ejemplos.
    9. Autonomía: Enfatizar la autosuficiencia y la independencia es un rasgo masculino comúnmente aceptado (Connell & Messerschmidt, 2015). Los mochileros que viajan solos por terrenos desafiantes encarnan esta característica.
    10. Asunción de riesgos: A menudo se espera que los hombres sean aventureros y estén dispuestos a enfrentar el peligro (Bridges & Pascoe, 2014). Este rasgo se puede ver en actividades de adrenalina como el paracaidismo o el puenting.

    Vea más ejemplos de masculinidad aquí

    Feminidad

    La feminidad, fundamentalmente, caracteriza rasgos, roles y comportamientos típicamente asociados con las mujeres en una sociedad dada (Brown & Gilligan, 2013).

    Los rasgos asociados con la feminidad a menudo incluyen crianza, empatía, sensibilidad y comunicación no agresiva.

    Al igual que con la masculinidad, la construcción de la feminidad se extiende más allá de las mujeres, ya que los hombres pueden, ya menudo lo hacen, encarnar estos rasgos.

    Al examinar la feminidad de manera crítica, a menudo se vincula con la esfera privada y se asocia con los roles de crianza y cuidado (Lemon, 2016).

    Estas expectativas a menudo se estructuran en torno a las labores del hogar, la crianza de los hijos y otras formas de trabajo emocional.

    Un ejemplo de esta expectativa podría ser un personaje como Marmee March en "Mujercitas", que encarna las cualidades amorosas, cariñosas y domésticas asociadas con las ideas tradicionales de la feminidad.

    Contrariamente a las representaciones estereotipadas del pasado, la comprensión moderna de la feminidad reconoce su naturaleza compleja y diversa (Brown & Gilligan, 2013). La feminidad no es monolítica; en cambio, se cruza con otros aspectos de la identidad, como la raza, el nivel socioeconómico y la orientación sexual, lo que da lugar a diversas expresiones y experiencias.

    Una representación contemporánea de la feminidad puede incluir un CEO de Fortune 500 que lidere con compasión y empatía, combinando de manera efectiva los rasgos típicamente asociados con la feminidad y la masculinidad.

    Esto subraya el surgimiento de una comprensión más fluida de la feminidad que se resiste a las categorizaciones binarias.

    Ejemplos de feminidad

    Los siguientes son rasgos tradicionalmente asociados con la feminidad. Tenga en cuenta que estos son estereotipos generalizados, tradicionales y, a menudo, obsoletos, y no se aplican necesariamente a todas las personas:

    1. Apertura Emocional: Por lo general, se espera que las mujeres sean más abiertas con sus emociones (Brown & Gilligan, 2013). Un personaje cinematográfico muy conocido que encarna esto sería el personaje de Julia Roberts en 'Steel Magnolias', que comparte sus sentimientos con los que la rodean.
    2. Comportamiento de crianza: La feminidad a menudo se asocia con la crianza y el cuidado de los demás (Lemon, 2016). Un ejemplo se puede ver en el papel de Florence Nightingale, históricamente conocida por su carácter solidario y su dedicación a la enfermería.
    3. Empatía: La empatía, o la comprensión y el compartir los sentimientos de los demás, se considera tradicionalmente como un rasgo femenino. Un ejemplo famoso podría ser la Madre Teresa y su profunda empatía por los menos afortunados.
    4. Comunicación verbal: Las mujeres a menudo se asocian con habilidades verbales y se espera que participen en conversaciones (Brown & Gilligan, 2013). Oprah Winfrey, destacada presentadora de televisión y entrevistador, es un ejemplo que utiliza estas habilidades con maestría.
    5. Cooperación: Las expectativas sociales a menudo asocian la feminidad con el trabajo cooperativo y colaborativo. Un ejemplo podría verse en los proyectos de equipo en cualquier entorno profesional donde las mujeres del equipo trabajan de manera constructiva para alcanzar un objetivo común.
    6. Modestia: Las normas culturales a menudo vinculan la modestia o la humildad con la feminidad. Por ejemplo, a menudo se elogia a Aung San Suu Kyi por su enfoque modesto al liderar su movimiento político.
    7. Preocupación por la apariencia: La atención al aseo personal y la apariencia a menudo se asocia con la feminidad. Un ejemplo del mundo real es la floreciente industria de la moda y la belleza que atiende principalmente a las mujeres.
    8. Flexibilidad: La adaptabilidad y la flexibilidad, especialmente emocional, se ven comúnmente como rasgos femeninos (Lemon, 2016). Un ejemplo es evidente en muchas madres trabajadoras que hacen malabares con la multiplicidad de roles y se adaptan a las circunstancias cambiantes.
    9. Paciencia: Históricamente, la paciencia a menudo ha sido aclamada como una virtud femenina. Un ejemplo podría ser una maestra como Maria Montessori, quien demostró paciencia en su enfoque innovador de la educación.
    10. Gracia: La gracia, como en el movimiento, los modales o el estilo, a menudo se atribuye a la feminidad. Muchas bailarinas, como Misty Copeland, encarnan este rasgo a través de sus actuaciones.

    Ver más ejemplos de feminidad aquí

    Tabla de diferencias entre feminidad y masculinidad

    Masculinidad Feminidad
    Estereotipos de género típicos Fuerte, asertivo, independiente, competitivo, emocionalmente reservado. Amable, cariñoso, cooperativo, sensible, emocionalmente expresivo.
    Roles en la sociedad (visión tradicional) Se espera que sean proveedores, protectores, líderes, tomadores de decisiones. Se espera que sean cuidadores, simpatizantes, seguidores, oyentes empáticos.
    Expresión emocional Tradicionalmente desaconsejado mostrar emociones (excepto enojo). A menudo se le dice que se "haga hombre". Animado a expresar emociones libremente. Asociado con la empatía y la compasión.
    Comunicación Directo, asertivo. Prefiere resolver problemas de forma independiente. Indirecto, cooperativo. Prefiere la colaboración y la discusión.
    Ocupaciones (visión tradicional) Carreras en política, ciencia, ingeniería, militar, negocios. Carreras de enfermería, docencia, trabajo social, moda, belleza.
    Relación con el poder Es más probable que busque el poder, afirme el dominio y ocupe espacio. Tradicionalmente menos propensos a buscar el poder, a menudo adoptando roles de apoyo o subordinados.
    Apariencia física (visión tradicional) Musculoso, alto, cabello corto, menos énfasis en ropa y accesorios. Pelo suave, pequeño y largo, más énfasis en la ropa, el maquillaje y los accesorios.

    Esta tabla refleja los puntos de vista tradicionales sobre la masculinidad y la feminidad. Es importante comprender que las personas pueden identificarse con los rasgos de ambas columnas o con ninguno, y eso está perfectamente bien.

    También es crucial reconocer que las opiniones sociales sobre el género están cambiando, y muchas sociedades avanzan hacia una comprensión más fluida de los roles y características de género.

    Variaciones culturales en los estereotipos masculinos y femeninos

    Las diferencias culturales en las normas de género juegan un papel importante en la configuración de las percepciones de masculinidad y feminidad (Connell & Messerschmidt, 2015). De hecho, algunas culturas incluso tienen múltiples tipos diferentes de géneros.

    Esencialmente, lo que se considera masculino o femenino puede variar mucho de una cultura a otra. Dichos ideales culturales están profundamente arraigados y dan forma al comportamiento individual, las identidades y las normas sociales en general.

    En algunas sociedades, el concepto de masculinidad está estrictamente ligado a la fuerza física, el estoicismo y la destreza económica (Maass et al., 2016). Por ejemplo, en muchas sociedades tradicionales, el trabajo manual y la fuerza física definen la masculinidad de un hombre.

    Por el contrario, en otras sociedades, la fortaleza mental, la inteligencia emocional y la capacidad de proveer para la familia definen la masculinidad. Un ejemplo podría ser la diferencia en la expresión de la masculinidad entre los guerreros masai de Kenia, cuyos ritos de iniciación incluyen la caza del león, y los hombres de las culturas escandinavas, donde se enfatiza la igualdad de género y el trabajo doméstico compartido.

    La feminidad, también, puede exhibir variación cultural.

    En algunas culturas, la feminidad está ligada a la domesticidad, la dulzura y la pasividad (Maass et al., 2016). Por ejemplo, en muchas sociedades fundamentalistas y profundamente conservadoras, el papel de la mujer se restringe tradicionalmente a la esfera privada: tareas del hogar, crianza de los hijos, etc.

    Sin embargo, en otras culturas, la feminidad también se puede asociar con fuerza, liderazgo e independencia. La cultura Mosuo en China, por ejemplo, es una sociedad matrilineal donde las mujeres son cabezas de familia y su estatus económico y social son más prominentes, lo que desafía las nociones tradicionales de feminidad.

    Conclusión

    La masculinidad y la feminidad son construcciones fluidas, moldeadas por normas culturales, valores y contextos históricos. Por lo tanto, están sujetos a cambios y redefiniciones continuas.

    Referencias

    Basow, SA (1992). Género: estereotipos y roles. Thomson Brooks/Cole Publishing Co.

    Puentes, T. y Pascoe, CJ (2014). Explorando las masculinidades: identidad, desigualdad, continuidad y cambio. Prensa de la Universidad de Oxford.

    Brown, LM y Gilligan, C. (2013). Reunión en la encrucijada: psicología de la mujer y desarrollo de la niña. Prensa de la Universidad de Harvard. Doi: https://doi.org/10.1176/ajp.151.2.281

    Connell, R. y Messerschmidt, J. (2015). Masculinidad hegemónica: Repensando el concepto. Género y Sociedad, 19(6), 829-859. Doi: https://doi.org/10.1177/0891243205278639

    Kimmel, M. y Aronson, A. (2011). La sociedad de género. Prensa de la Universidad de Oxford.

    Limón, R. (2016). La “feminidad” como barrera para la salud sexual positiva de las adolescentes. Diario de Salud Adolescente, 59(2), 154-159.

    Maass, VS, Cadinu, M., Guarnieri, G. y Grasselli, A. (2016). Acoso sexual bajo amenaza de identidad social: El paradigma del acoso informático. Revista de Personalidad y Psicología Social, 75(5), 1245–1261. Doi: https://psycnet.apa.org/doi/10.1037/0022-3514.85.5.853

    O'Neil, M. (2013). Viajes de roles de género de hombres y mujeres: metáfora para la curación, la transición y la transformación. Editorial Springer.


    cris


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