5 Teorías del Desarrollo Social – Psicología

Las teorías del desarrollo social se dividen en dos campos que coloquialmente se entenderían como los campos de 'naturaleza' y 'crianza'.

El campo de la 'naturaleza' ve el desarrollo social de los niños ocurriendo en etapas lineales fijas. Las teorías del desarrollo social basadas en etapas incluyen la teoría psicosocial de Erikson, la teoría del apego de Bowlby y Ainsworth y la teoría del desarrollo moral de Kohlberg.

El campamento de 'nurture' considera que el desarrollo social de los niños está más influenciado por los adultos y los compañeros en la vida de un niño que por el desarrollo de su cerebro.

Las teorías del campo de crianza incluyen la teoría del aprendizaje social de Bandura y la teoría de los sistemas ecológicos de Bronfenbrenner.

Los dos campos se resumen a continuación:

El campo de crianza critica la naturaleza fija y lineal del campo de la naturaleza. Para estos teóricos, el desarrollo social está en función del contexto social y cultural en el que se cría al niño.

Los niños de diferentes culturas, comunidades o incluso familias pueden pasar por el desarrollo social a lo largo de diferentes trayectorias dependiendo de lo que se valore dentro de esa sociedad.

A continuación, describiré cada teoría. Comenta en la sección de discusión al final del artículo para hacerme saber qué teoría crees que tiene más sentido.

Índice()

    Teorías del desarrollo social

    Las siguientes teorías examinan el desarrollo social de los humanos a medida que desarrollan una capacidad más madura para navegar en sus mundos sociales.

    1. Teoría del apego (Bowlby y Ainsworth)

    La teoría del apego se centra en el desarrollo social en los primeros años. Explora cómo los bebés comienzan a desarrollar lentamente la independencia y la confianza en sí mismos en los primeros 2 años de vida.

    Según Bowlby, hay cuatro etapas de apego. Cada etapa revela el creciente desarrollo social y emocional del niño:

    • Pre-apego (recién nacido a 6 semanas): Los bebés no muestran preferencias por los cuidadores, pero demuestran una confianza total en los cuidadores para su bienestar.
    • Adjunto en fabricación (6 semanas a 6-8 meses): El vínculo entre el bebé y los padres, lo que lleva a un sentido de apego entre el bebé y sus padres.
    • Apego claro (6-8 meses a 18-24 meses): Los padres y el bebé son aparentemente inseparables y el bebé siente un apego extremadamente fuerte a sus padres y niveles muy bajos de independencia.
    • Formación de relaciones recíprocas (24 meses+): La ansiedad por separación disminuye a medida que el niño comienza a desarrollar relaciones fuera del vínculo padre-hijo. Se forman la independencia y la autoeficacia.

    Mary Ainsworth se basa en la teoría de Bowlby al observar las formas en que los bebés y sus padres manejan la separación. Brevemente, Ainsworth argumenta que la crianza efectiva puede conducir a una mayor independencia y confianza en uno mismo.

    Ainsworth, por ejemplo, explora conceptos como tocar la basedonde un niño con ansiedad regresará con sus padres para "tocar la base" en busca de consuelo, antes de volver a practicar su independencia un poco más.

    2. Teoría Psicosocial (Erikson)

    Desarrollo de las etapas psicosociales de Erikson

    La teoría psicosocial utiliza el marco del psicoanálisis de Freud y lo aplica al desarrollo social y emocional.

    Erikson propone una serie de etapas. En cada etapa, hay un desafío social y una consecuencia psicológica (ver tabla a continuación).

    Por ejemplo, en las etapas 2 a 4, el desarrollo de la independencia y la autoeficacia son características centrales. Si puede pasar con éxito por estas fases, desarrollará un sentido de su sentido social donde usted es un ser social seguro y capaz.

    De manera similar, la etapa 5 se trata de desarrollar una identidad social coherente y la etapa 6 se trata de poder tener relaciones adultas maduras.

    Etapa (Y edades) Conflicto Descripción
    1. Infancia (0 – 1 años) Confianza vs desconfianza Los bebés necesitan aprender a confiar en sus padres.
    2. Primera Infancia (1 – 3 años) Autonomía vs vergüenza y duda Los bebés necesitan desarrollar autonomía. Sin padres que alienten, pueden desarrollar vergüenza y duda.
    3. Edad de juego (3 a 6 años) Iniciativa vs culpa Los niños necesitan aprender a jugar constructivamente. Demasiado control sobre un niño puede conducir a un sentimiento sostenido de culpa por su fracaso.
    4. Edad escolar (6 – 12) Industria vs. inferioridad Se debe alentar a los niños a ser productivos durante la edad escolar. Si son menospreciados por sus esfuerzos, pueden desarrollar un sentido de inferioridad.
    5. Adolescencia (12 – 19) Identidad vs confusión de roles Los adolescentes intentan crear una identidad individual única para ellos mismos. Si tienen éxito, se sienten cómodos en su piel. Si no, luchan con un sentido débil de sí mismos a lo largo de sus vidas.
    6. Edad adulta temprana (20 – 25) Intimidad vs aislamiento Si el individuo no tiene éxito en el desarrollo de una relación íntima segura, siente una sensación de aislamiento que lo sigue a lo largo de su vida.
    7. Edad adulta (26 – 64) Generatividad vs estancamiento Durante la edad adulta, las personas se enfocan en construir cosas que duren más que sus propias vidas. Los ejemplos incluyen criar niños y construir negocios. Si los adultos tienen éxito, se sienten realizados. Si fallan, se sienten inútiles.
    8. Vejez (65 – muerte) Identidad del ego vs desesperación En la vejez, miramos hacia atrás en nuestras vidas y evaluamos si hemos vivido una vida valiosa de integridad. Si es así, sentimos una sensación de sabiduría, mientras que si hemos vivido una vida superficial, sentimos una sensación de desesperación.

    3. Etapas del desarrollo moral (Kohlberg)

    Las etapas de Kohlberg exploran cómo las personas desarrollan la moralidad a medida que envejecen. Estas etapas morales tienen consecuencias y mensajes sobre el desarrollo social de las personas.

    Kohlberg propone 6 etapas en 3 niveles:

    Nivel 1: Moralidad Preconvencional

    Etapa 1: Obediencia/Orientación al Castigo A edades muy tempranas los niños definen la moralidad de una conducta en función directa de sus consecuencias. La moralidad se trata de recompensa y castigo.
    Etapa 2: Individualismo e Intercambio Los niños se dan cuenta de que las reglas no son absolutas porque no existe un solo punto de vista correcto. Las acciones en los dilemas morales se basan en el interés propio, no solo en la estricta adherencia a reglas externas.

    Nivel 2: Moralidad Convencional

    Etapa 3: Establecimiento de relaciones interpersonales Las decisiones morales se toman en base a salvar las apariencias socialmente. Los niños están muy preocupados por las normas sociales y por ser vistos como buenos miembros del grupo.
    Etapa 4: Mantenimiento del orden social Las decisiones morales se toman con base en la idea de que las reglas y la moralidad compartidas conducen al mantenimiento del orden social que es bueno para todos.

    Nivel 3: Moralidad Posconvencional

    Etapa 5: Contrato Social y Derechos Individuales Las personas comienzan a considerar los diferentes valores y creencias de los demás al definir la moralidad. Si las leyes violan los derechos humanos, entonces se deben idear alternativas.
    Etapa 6: Principios Universales Las personas desarrollan su propio concepto de moralidad basado en razonamientos abstractos y principios éticos universales.

    Claramente, en cada etapa se evidencian diferentes concepciones de la sociedad, la interacción social y el contrato social. Por lo tanto, esta teoría del desarrollo moral también se puede utilizar para explorar cómo nuestro sentido de nosotros mismos como un ser social se desarrolla a lo largo de la vida.

    4. Teoría del Desarrollo Social (Bandura)

    A diferencia de los teóricos anteriores, Bandura nos muestra que el desarrollo social puede no estar tan rígidamente basado en etapas como habíamos pensado. La teoría del desarrollo social de Bandura postula que las personas desarrollan habilidades sociales principalmente a través de la observación de adultos.

    Para probar esta teoría, Bandura llevó a cabo el ahora famoso experimento del muñeco bonobo. En este experimento, separó a los niños en dos grupos:

    • El primer grupo observó a un adulto jugando bruscamente con un juguete, golpeándolo, pateándolo y sin mostrar interés por él.
    • El segundo grupo observó a un adulto que cuidaba el mismo juguete: lo abrazaba, le cepillaba el cabello y lo movía con cuidado.

    A ambos grupos se les permitió ir a jugar con el juguete.

    El grupo que observó que el adulto era rudo con el juguete también lo fue. Habían aprendido cuál era el rango normal de comportamiento social de su mentor y lo imitaron.

    El grupo que observó que el adulto era amable con el juguete lo trató con delicadeza. También habían aprendido cuál era el comportamiento social apropiado y lo imitaron.

    Aquí, tenemos pruebas convincentes para demostrar que el desarrollo social en la infancia no es universal o posiblemente ni siquiera se basa en las etapas del desarrollo cognitivo. Tal vez, el desarrollo social es más que ver con la crianza que con la naturaleza.

    Relacionado: 21 ejemplos de desarrollo social

    5. Teoría de los Sistemas Ecológicos (Bronfenbrenner)

    teoría de los sistemas ecológicos

    Al igual que Bandura, la teoría de los sistemas ecológicos de Bronfenbrenner postula que el desarrollo de los niños ocurre a través de la interacción social.

    Pero a diferencia de Bandura, Bronfenbrenner observa las formas en que el desarrollo social ocurre externamente. Nuestro desarrollo social está influenciado en primer lugar por nuestros padres, pero se extiende hasta los factores globales que también afectan nuestro sentido de nosotros mismos como un ser social.

    Para Bronfenbrenner, nuestras identidades sociales y culturales se forman dentro de un campo interseccional de influencias que se puede visualizar mejor como una serie de círculos concéntricos.

    En el centro está el individuo. Cada círculo (de adentro hacia afuera) demuestra influencias sobre el individuo que le son más alejadas, pero que sin embargo afectan su identidad:

    1. Microsistema: Las influencias inmediatas que afectan la forma en que un niño desarrolla su yo social, como padres, hermanos y amigos cercanos.
    2. Mesosistema: Cómo interactúan las influencias importantes en la vida de la persona. Por ejemplo, la forma en que los padres y los maestros interactúan puede afectar el desarrollo social de un niño si observan las formas colaborativas (o no colaborativas) en que interactúan los padres y la escuela.
    3. Exosistema: Factores dos pasos eliminados que, sin embargo, afectan a nuestro yo social. Por ejemplo, el trabajo de papá lo estresa. El papá llega a casa y les grita a sus hijos debido al estrés, lo que hace que los niños desarrollen la sensación de que es normal gritarles a los demás.
    4. Macrosistema: Factores nacionales e internacionales que inciden en cómo emerge nuestro yo social. Por ejemplo, la cultura de nuestra nación o nuestro amor por las películas de Bollywood pueden afectar nuestro desarrollo social.
    5. Cronosistema: Los cambios que ocurren con el tiempo pueden afectar nuestro ser social y cómo nos relacionamos con el mundo, como los cambios tecnológicos o incluso el divorcio de los padres.

    Esta teoría puede explicar cómo las personas se desarrollan ante todo como seres sociales situados dentro de contextos sociales y culturales que afectan quiénes somos y cómo interactuamos con el mundo.

    ¿Están la naturaleza y la crianza en competencia?

    Si bien hay fervientes defensores de las perspectivas de la naturaleza o la crianza, es posible que las dos no sean incompatibles.

    Por ejemplo, es posible que las etapas sean generalizaciones algo precisas la mayor parte del tiempo. El desarrollo cognitivo abre habilidades sociales más complejas.

    Sin embargo, también es posible que las interacciones sociales se vean muy afectadas por los contextos sociales. La forma en que interactuamos entre nosotros puede estar determinada por los valores que nos enseñan en la infancia.

    Posiblemente, existe un término medio en el que tanto la naturaleza como la crianza tienen un impacto en el desarrollo social.

    Conclusión

    El desarrollo social se refiere a un proceso de comprensión y aprendizaje de cómo actuar en situaciones sociales. Podemos ver muchos ejemplos de cómo los niños superan este proceso a lo largo de la infancia.

    Algunas de las primeras expresiones del desarrollo social ocurren en las interacciones entre el bebé y la madre. Estas interacciones implican vínculos físicos y contacto visual, y afectarán el desarrollo social, emocional y cognitivo del niño.

    A medida que el niño crece, aprende a interactuar con sus compañeros de manera positiva o negativa. La forma en que manejan estas situaciones depende en gran medida de lo que han observado en las interacciones de sus padres y su capacidad para regular sus emociones.

    Desde los primeros años, los niños también luchan por ser independientes. Aunque sus vidas están fuertemente entrelazadas con sus padres, se esfuerzan por demostrar su capacidad para funcionar por sí mismos.

    Referencias

    Ainsworth, MDS, Blehar, MC, Waters, E. y Wall, S. (1978). Patrones de apego: un estudio psicológico de la situación extraña. Hillsdale, Nueva Jersey: Erlbaum.

    Bandura, A. (1977). Teoria de aprendizaje social. Prentice Hall.

    Bowlby, J. (1958). La naturaleza del vínculo del niño con su madre. Revista Internacional de Psicoanálisis, 39350-371.

    Carver, CS y Scheir, MF (2011). Perspectivas sobre la personalidad. Needham Heights, MA: Allyn & Bacon.

    Erikson, EH (1993). Infancia y Sociedad. (2ª ed.). Nueva York: Norton.

    Forcada-Guex, M., Pierrehumbert, B., Borghini, A., Moessinger, A. y Muller-Nix, C. (2006). Patrones diádicos tempranos de interacciones madre-bebé y resultados de prematuridad a los 18 meses. Pediatría, 118(1), e107–e114. https://doi.org/10.1542/peds.2005-1145

    MacLean, PM, Rynes, K., Aragón, C., Caprihan, A., Phillips, J., & Lowe, J. (2014). La mirada mutua entre madre e hijo apoya la regulación de las emociones en la infancia durante el paradigma de Still-Face. Comportamiento y desarrollo infantil, 37, 512–522. https://doi.org/10.1016/j.infbeh.2014.06.008

    Niedźwiecka, A., Ramotowska, S. y Tomalski, P. (2018). La mirada mutua durante las primeras interacciones madre-bebé promueve el desarrollo del control de la atención. Desarrollo infantil, 89(6), 2230–2244. https://doi.org/10.1111/cdev.12830

    Strathearn, L., Iyengar, U., Fonagy, P. y Kim, S. (2012). Respuesta de oxitocina materna durante la interacción madre-bebé: Asociaciones con el temperamento adulto. Hormonas y Comportamiento, 61(3), 429–435. https://doi.org/10.1016/j.yhbeh.2012.01.014


    cris


    Califica esta Publicación

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Subir

    Usamos cookies Política de Cookies